El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) pidió 31 millones de dólares a los países donantes para ayudar a las familias con menores de edad afectados por el virus del zika y programas para prevenir el contagio en América Latina, explicó Manuel Fontaine, responsable del Programa de Emergencias de la entidad.
"El papel de Unicef en Latinoamérica en relación al zika se concentra en la atención a los niños que han sido afectados por la enfermedad en general, y el trabajo que tenemos que hacer con las comunidades", sostuvo Fontaine.
En caso de conseguirse el dinero solicitado, se beneficiarán 200 millones de personas en América Latina y el Caribe, aseguró Fontaine, quien explicó que se estudia la posibilidad de ampliar estos proyectos a África -y específicamente a Angola, país considerado en riesgo- y tal vez a Asia.
En diciembre del 2015, el mundo médico y científico hizo sonar las alarmas por la aparición de un brote de virus del zika en el noreste de Brasil y, simultáneamente, por un aumento extraordinario de casos de microcefalia y otras malformaciones congénitas en recién nacidos. El zika afectó 75 países en tres continentes (América Latina, África, Asia) y sigue expandiéndose allí donde el vector (el mosquito que lo transmite) está presente.
Más de 2.250 casos de microcefalia fueron registrados en 28 países aunque dada la tendencia a la expansión se espera que se informe de otros nuevos en 2017.