Pfizer dijo este miércoles que una dosis de refuerzo de su vacuna COVID-19 puede proteger contra la nueva variante de Ómicron, aunque las dos dosis iniciales parecen significativamente menos efectivas.
Pfizer y su socio BioNTech comunicaron que las pruebas de laboratorio mostraron que una dosis de refuerzo aumentó 25 veces el nivel de los llamados anticuerpos neutralizantes contra Ómicron.
Pfizer anunció los datos preliminares del laboratorio en un comunicado de prensa y aún no se ha sometido a una revisión científica. Las empresas ya están trabajando para crear una vacuna específica de Ómicron en caso de que sea necesaria.
Los científicos han especulado que el salto alto en los anticuerpos que viene con una tercera dosis de vacunas COVID-19 podría ser suficiente para contrarrestar cualquier disminución en la efectividad.
Los niveles de anticuerpos predicen qué tan bien una vacuna puede prevenir la infección por el coronavirus, pero son solo una capa de las defensas del sistema inmunológico.
En tanto, un pequeño estudio preliminar realizado en Sudáfrica sugiere que la protección ofrecida por los anticuerpos de una doble dosis de la vacuna de Pfizer se ve bastante reducida pero no totalmente anulada con la variante Ómicron y apunta a que los infectados antes y vacunados están más protegidos.
El estudio, basado en el análisis de los efectos de Ómicron sobre muestras de sangre de 12 personas previamente vacunadas en Sudáfrica con la solución anticovid de Pfizer-BioNTech, fue realizado por especialistas del Instituto de Investigación de Salud de África (Africa Health Research Institute, AHRI) y publicado anoche para ser sometido a revisión de pares por la comunidad científica.
“La investigación de laboratorio de Sudáfrica sugiere marcadamente que la variante Ómicron del SARS-COV-2 escapa a la inmunidad de anticuerpos inducida por la vacuna Pfizer-BioNTech (Comirnaty), pero que las personas que estuvieron tanto vacunadas como previamente infectadas retienen considerable inmunidad”, señaló AHRI (que tiene su sede en la ciudad de Durban) en la presentación del informe.
El director ejecutivo del instituto, Willem Hanekom, puntualizó que las “implicaciones clínicas” de estos datos preliminares aún están por definir y precisó que, aunque la conclusión más probable es que las fórmulas existentes ofrezcan menor protección ante Ómicron, “los vacunólogos concuerdan en que las actuales vacunas aún protegen contra la enfermedad grave y la muerte”.
Si bien estos datos no se pueden equiparar directamente a términos de eficacia de las vacunas, la caída de la protección de los anticuerpos observada es 41 veces mayor para la variante Ómicron que para el coronavirus original.
Uno de los autores del estudio, el investigador Alex Sigal, precisó posteriormente a través de las redes sociales que los datos de este estudio son “mejores” de lo que se esperaban inicialmente para Ómicron, a la vista de sus múltiples mutaciones.
“Basado en el genoma, pensé que sería peor. Parece que es mayoritariamente una cuestión de cantidad, cuanto más anticuerpos, mejor”, señaló Sigal en Twitter en conversación con otros científicos.
Otros especialistas apuntaron también a que, dado que en la sangre de las personas con la doble dosis que además habían sufrido una infección previa Ómicron sí se veía mayoritariamente neutralizada, una tercera dosis de refuerzo podría ser la clave para combatir esta variante.