Ni una ni dos, en Perú ya son casi 500 las personas que se han vacunado en secreto y de forma indebida contra la COVID-19. El vacunagate peruano golpea a las más altas esferas del Estado, desde el expresidente Martín Vizcarra a importantes cargos del Ejecutivo, pasando por multitud de funcionarios.
Los casos más clamorosos son los de dos ministras, que ya han dimitido: la responsable de Exteriores, Elisabeth Astete y, sobre todo, la de Salud, Pilar Mazzetti, máxima responsable de la lucha contra el virus durante buena parte de la pandemia.
Sagasti expresa su "indignación y decepción"
El presidente Francisco Sagasti ha salido a la palestra para asegurar que ‘responderán ante la justicia’:
"(Estamos aquí) para reiterar nuestra indignación y también nuestra decepción por haber conocido que 487 personas, entre ellas muchos funcionarios públicos, aprovecharon su posición para ser inmunizados con las vacunas de Sinopharm", dijo Sagasti.
Más allá de la condición del expresidente Martín Vizcarra y de funcionarios de ministerios e instituciones públicas que se vacunaron en su Gobierno, y que deberán responder a la justicia o a cualquier otra instancia, lamento profundamente que en la lista que ha proporcionado la Universidad Cayetano Heredia se encuentren personas que han formado parte de nuestro Gobierno, entre ellas, la ministra Elisabeth Astete y Pilar Mazzeti.
La dimisión de la ministra Mazzetti podría anticipar la de otros muchos funcionarios de Salud. Las redes sociales bullen con peticiones para que investigue a políticos y congresistas.
El expresidente Vizcarra ha justificado su inmunización argumentando que se vacunó como voluntario durante los ensayos clínicos en el país de Sinopharm. En este clima de desconfianza, el Congreso ha pedido a todos sus miembros una declaración jurada de que no han sido inmunizados de forma indebida.