Josef Fritzl, el llamado "Carcelero de Amstetten" fue condenado ayer a cadena perpetua al ser declarado culpable de asesinato por omisión de auxilio por la muerte de uno de los siete hijos que tuvo con su propia hija, a quien mantuvo cautiva durante 24 años en el sótano de su casa.
El jurado, compuesto por ocho miembros, por decisión unánime, lo declaró culpable de asesinato por omisión de socorro médico a Michael, el recién nacido que dio a luz su hija Elisabeth, en 1996.
Luego del fallo, Fritzl sólo se limitó a decir "lamento de todo corazón el daño que le causé a mi familia".
Una vez dictada la sentencia, el condenado fue internado en un centro de reclusión para criminales con trastornos mentales y podría salir recién en 15 años. En caso de producirse una mejora en su terapia, pasaría a una cárcel con delincuentes comunes.
Fritzl, un electricista jubilado de 73 años, que en principio se había declarado inocente del cargo de homicidio por omisión de ayuda, confesó su culpabilidad luego de ver el video de Elisabeth, que durante 11 horas relató los horrores que padeció a lo largo de los 24 años que estuvo en cautiverio dentro de su propia casa.
La abogada de Elisabeth Fritzl, Eva Plaz, envió al jurado un mensaje de su clienta: "Elisabeth testificó por un motivo esencial, porque cree que se lo debe al bebé que falleció y porque quiere que Fritzl "responda por su muerte". La sentencia quedará firme tras renunciar a la apelación la Fiscalía y el acusado.
