El final de la pandemia de covid-19 ‘está al alcance de la mano’, ya que el mundo ‘nunca estuvo en mejor posición para acabar’ con este virus, afirmó ayer el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, después de que la semana pasada se registrara la cifra más baja de fallecidos por coronavirus desde marzo de 2020.
‘La semana pasada el número de muertes semanales por covid-19 cayó a su nivel más bajo desde marzo de 2020. Nunca hemos estado en mejor posición para acabar con la pandemia. Aún no ha terminado, pero su final está al alcance de la mano’, aseguró Tedros en una conferencia de prensa en la sede del organismo, en Ginebra, Suiza.
‘Alguien que corre un maratón no se detiene cuando ve la línea de meta. Corre más deprisa, con toda la energía que le queda. Y nosotros, también’, subrayó el máximo responsable de la OMS. ‘Todos podemos ver la línea de meta, estamos a punto de ganar. Sería verdaderamente el peor momento para dejar de correr’, insistió.
‘Si no aprovechamos esta oportunidad, corremos el riesgo de tener más variantes, más muertos, más problemas y más incertidumbre’, explicó el médico etíope.
Según el último informe de la OMS y dedicado a la covid-19, el número de casos descendió un 28% en la semana del 5 al 11 de septiembre respecto a la semana precedente, hasta los 3,1 millones de nuevos contagios declarados. La cifra de infecciones disminuyó en las seis regiones de la OMS: Pacífico Occidental (-36%), África (-33%), América (-27%), Asia Sudoriental (-20%), Mediterráneo Oriental (-19%) y Europea (-15%).
El número de infecciones es, sin duda, mucho más elevado que el registrado debido a que los casos poco severos no se declaran, pero también a que numerosos países desmantelaron su infraestructura para realizar test. La cantidad de decesos también retrocedió un 22%, hasta alcanzar menos de 11.000.
En septiembre, la OMS contabilizaba más de 600 millones de casos oficialmente confirmados -una cifra que se presume muy inferior a la real, lo mismo que el número oficial de decesos: algo más de 6,4 millones de muertos en todo el mundo.
En su guía para superar esta crisis sanitaria, la OMS insiste con inmunizar a través de las diferentes vacunas a las personas vulnerables y al personal sanitario, continuar con los test a la población y mantener los programas que permiten rastrear nuevas variantes potencialmente peligrosas.