La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), ente regulador estadounidense encargado de garantizar los depósitos bancarios, anunció ayer el embargo y venta de activos del First Republic al JP Morgan, tras arrastrar serias dificultades desde las tensiones en el sector del mes pasado.
La caída del First Republic -uno de los veinte mayores bancos del país- es la más grande de la historia de los EEUU sin contar las quiebras de bancos de inversión como Lehman Brothers, en términos de los activos y depósitos que ostentaba, únicamente por detrás del colapso de Washington Mutual de 2008, y superando la de Silicon Valley Bank (SVB). También implica el cuarto colapso bancario en EEUU en menos de dos meses, tras los del SVB, Slivergate y Signature Bank en marzo.
La FDIC oficializó que el Departamento de Protección e Innovación Financiera de California cerró el banco con sede en San Francisco y la nombró como administradora judicial, para luego vender las operaciones inmediatamente a JP Morgan Chase por US$ 10.600 millones.
El acuerdo implicó "un proceso de subasta que resultó en una transacción que, según estimó la FDIC, le implicará a las arcas del Estado un costo de "cerca de US$ 13.000 millones" para poder rescatar al banco. Como parte de la transacción, las 84 sucursales del First Republic ubicadas en ocho estados abrieron ayer como filiares del JP Morgan.