El presidente de EEUU, Barack Obama, destacó ayer, en su primera visita a Ramala desde que llegó al cargo, que los palestinos ‘se merecen el fin de la ocupación‘ y consideró que los asentamientos judíos ‘dificultan‘ la paz, aunque no demandó explícitamente a Israel congelar su construcción.
En una conferencia de prensa conjunta con el presidente palestino, Mahmud Abás, tras reunirse durante cerca de tres horas en la residencia de Mukata de Ramala, Obama reconoció que en la situación actual es ‘muy difícil‘ conseguir la paz e instó a las dos partes a ceder en sus posiciones para poder retomar las negociaciones.
‘Si la única forma de iniciar negociaciones es tenerlo todo resuelto (de antemano), entonces nunca llegaremos a los asuntos centrales‘, respondió al ser preguntado por una posible congelación en la construcción de los asentamientos como la aplicada de forma parcial en 2010.
El presidente estadounidense consideró que la continuación de la construcción de colonias en Cisjordania y Jerusalén Este por parte de Israel ‘no es apropiada ni constructiva‘ para el proceso de paz.
Asimismo, afirmó que el plan anunciado por el Gobierno israelí para construir en la polémica zona E1 al este de Jerusalén ‘es un ejemplo‘ de actitudes que hacen ‘cada vez más difícil la solución de dos Estados‘, a la que consideró ‘la mejor y quizás la única solución pacífica‘.
Horas antes, Obama habló ante 600 estudiantes universitarios en Jerusalén se refirió en varias ocasiones a los estrechos lazos que unen a ambas naciones, al defender que Israel sea reconocido como Estado judío, subrayar a ultranza el derecho de Israel a defenderse ante las amenazas y demostrar empatía hacia los israelíes que más sufren, como los niños que no duermen por las noches en las localidades vecinas a Gaza. Pero, al mismo tiempo, empleó términos poco usuales en boca de un presidente estadounidense ante un público israelí tales como ‘ocupación‘, ‘expulsión‘, ‘desalojo de familias palestinas de sus hogares‘.