El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo ayer que su país "tiene mucho que aprender de Brasil" en el campo de las energías renovables y afirmó que pretende usar su vínculo con ese país para "fortalecer" su relación con América Latina.
En una declaración en el despacho oval junto con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario estadounidense prometió "redoblar" los esfuerzos de su país en pro de las energías limpias.
Lula, por su parte, ofreció a Obama un paseo en uno de los vehículos "flex-fuel" brasileños, que usan etanol o gasolina, en su próxima visita a Brasil, que el líder estadounidense dijo que tendrá lugar "pronto".
Asimismo, Lula dijo que la elección de Obama ofrece una "oportunidad histórica" para que EEUU mejore sus relaciones con América Latina".
Además de la energía, el asunto principal del encuentro fue la crisis económica.
En este sentido, Obama dijo que no hay conflicto entre EEUU y Europa de cara a la agenda de la cumbre presidencial del G-20, que tendrá lugar el 2 de abril en Londres.
Obama indicó que EEUU colocará la reforma financiera "en el centro" de sus prioridades y que el estímulo fiscal es solo "una pata de la banqueta".
Según la prensa, el Gobierno de Washington estaría más interesado en nuevas medidas de estímulo presupuestario en el extranjero que en acometer una reforma de la estructura financiera internacional, algo que desmintió ayer Obama.
Lula, por su parte, alertó de las repercusiones de la reducción del crédito a nivel internacional y la salida del dinero de los mercados emergentes.
"Si no hacemos que vuelva a fluir el crédito, la crisis puede agravarse", advirtió Lula y lanzó un desafío para el G-20: propuso que los líderes que participen de la cumbre en Londres, se dediquen a "encontrar una solución a la crisis" económica y "no perder el tiempo echando culpas".
Los mandatarios también abordaron el proteccionismo, un tema que preocupa a Brasil, que se ha quejado de la inclusión en el paquete de estímulo en EEUU de la cláusula "Buy American", que privilegia la compra de productos nacionales.
Obama dijo reconocer la importancia del comercio como motor económico y afirmó que el "objetivo debería ser por lo menos no ir para atrás" en la apertura comercial.
Pese a la delicada situación económica, el clima entre los dos mandatarios fue distendido y jalonado de bromas
Lula le dijo a Obama que, dados los problemas que le han caído encima nada más asumir el Gobierno, no le "gustaría estar en su lugar".
"Parece que has estado hablando con mi mujer", le respondió el presidente estadounidense, quien se disculpó en cierto momento por extenderse en una respuesta, como a menudo hace.
"En América Latina no nos asustamos de que un presidente hable mucho. Todos hablamos demasiado", le contestó Lula.
Obama buscó además tranquilizar a China, que expresó preocupaciones la semana pasada de que el déficit de EEUU por el masivo gasto y las tasas de interés cercanas a cero erosionas en el valor de las enormes tenencias chinas de bonos del Tesoro de ese país.
China es el mayor acreedor de EEUU, pues posee bonos del Tesoro por valor de 1 billón de dólares.
Lula fue el primer mandatario latinoamericano en pasar por la Casa Blanca desde que la ocupa Obama.

