Los restos del poeta español Federico García Lorca, fusilado en agosto de 1936, no están inhumados en la localidad andaluza de Alfácar, en Granada, como se creyó durante años, ya que los forenses no han hallado "ni un sólo hueso, ni una esquirla”, ni casquillos de bala o restos de ropa en el lugar. El terreno fue removido durante meses sin resultados.