La canadiense María Pantazopoulos, de 30 años, murió ahogada por el peso de su propio vestido de novia al resbalar en una roca y caer sobre el río canadiense Oureau cuando posaba después del casamiento. El vestido mojado llegó a pesar 45 kilos y no pudo salir, según fuentes policiales.

María estaba parada sobre una roca cuando tropezó y cayó en el río Oureau, sobre la cascada de Dorwin, en Montreal, Canadá. Se encontraba tomando su foto de bodas, y por culpa del vestido no pudo nadar. “Es demasiado pesado, no puedo subir”, fueron las últimas palabras que se le escucharon gritar a la mujer que terminó sumergida hasta el fondo del río. El fotógrafo quiso ayudarla, pero no lo logró.

La idea había sido de la misma Pantazopoulos, quien le propuso a su fotógrafo que la retratara a ella flotando en el río.

La sesión de fotos pertenecía a una tendencia global llamada “Trash the dress” que busca mezclar el vestido elegante con paisajes más salvajes y fundirlos en una foto para después destruirlos.

Su marido saltó al agua a rescatarla, pero el peso la hundió. “Ella estaba gritando y tratando de quedarse sobre el agua”, dijo. La víctima fue encontrada varias horas más tarde, a 100 metros del lugar del accidente. La pareja se casó el 9 de junio pasado y este fin de semana ella decidió participar de la tendencia “Trash the dress”, porque quería tener más fotos con su vestido.