El príncipe Felipe, el esposo de la reina Isabel II y una figura relevante en la familia real británica durante casi siete décadas, murió ayer a los 99 años, en el castillo de Windsor.
Oficial de la Marina, el príncipe Felipe tenía un estilo directo de hablar. Como diligente consorte de la reina ayudó a modernizar la monarquía británica.
Probablemente será recordado como una persona brusca. Franco e irascible, Felipe vivió a la sombra de la mujer con la que se casó en 1947 y siempre caminó un paso detrás de la reina en los miles de eventos ceremoniales durante su reinado, el más largo de la historia británica.
Aunque no tenía un papel oficial, Felipe, el duque de Edimburgo, fue una de las figuras más influyentes en la familia real durante unos 70 años. "Se ganó el afecto de generaciones" en su país, tras servir como el consorte real más longevo del Reino Unido, afirmó el primer ministro británico Boris Johnson.
Si bien era criticado por sus comentarios bruscos, los amigos decían que como el confidente más cercano de la reina, aportaba sensatez, inteligencia y una energía incansable a la monarquía.
"Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad", había dicho hace unos años el príncipe.
"Fue, simplemente, mi fortaleza y apoyo", declaró Isabel en un inusual tributo personal a Felipe en 1997. La salud del príncipe empezó a deteriorarse en los últimos años. En abril de 2018, se sometió a una cirugía de cadera. En marzo pasado fue operado por una afección cardíaca.
Si Felipe albergó frustración en su vida como consorte, nunca lo mostró públicamente. Pero en una entrevista reveló que en la primera época le costaba encontrar un rol que cumplir.
"Si le preguntaba a alguien: ¿qué esperas que haga?, todos se quedaban en blanco, no tenían idea", recordó.
Nacido en una era de deferencia a la monarquía, Felipe ayudó a Isabel a navegar la agitación política y social en el siglo XX para adaptar la monarquía a una época diferente.
A veces enfrentando una corte profundamente tradicional, Felipe reformó el palacio e intentó aprovechar el creciente poder de la televisión para proyectar la influencia real.
Presionó para que la coronación de la reina en 1953 fuera televisada y detrás de escena eliminó comportamientos anticuados y conservadores. Fue el primer miembro de la realeza en dar una entrevista de televisión.
Fue criticado por obstaculizar la habilidad de la monarquía para adaptarse a los tiempos y sus detractores le adjudicaron su manera controladora al fracaso de sus hijos en sus propias familias.
Pese a rumores sobre infidelidades de Felipe, la pareja permaneció unida. Sin embargo, Felipe nunca se ganó completamente el corazón de todos los británicos. Isabel era la soberana, pero Felipe era visto como el jefe de familia.
Cuando la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Carlos sufrieron divorcios, los observadores apuntaron a Felipe como un padre dominante y frío.
Cuando la popularidad de la Casa de Windsor se hundió luego de la muerte de la primera esposa de Carlos, Diana, en 1997, el duque fue acusado de dificultar a la monarquía a adaptarse a una nueva Gran Bretaña.
Sus críticos lo consideraban hipócrita por dirigir el World Wide Fund for Nature mientras cazaba faisanes. Quienes lo conocían decían que su reputación escondía una inteligencia sofisticada, devoción por su familia y amor por los deportes.
"Con profundo dolor, la Reina (94 años) anuncia la muerte de su amado esposo, el príncipe Felipe", expresó el comunicado oficial de la casa real. La pandemia por coronavirus obligó a adaptar el funeral a los protocolos y el Colegio de Armas ya adelantó que el funeral no será un funeral de estado y no será precedido por una capilla ardiente. El cuerpo descansará en el Castillo de Windsor antes del funeral en la Capilla de Saint George. En general, los funerales de un miembro de la familia real se realizan dentro de los 10 días del deceso, pero todavía no hay una fecha específica para el evento.
El motivo por el que nunca fue rey
Al príncipe Felipe nunca se le otorgó el título de rey. El motivo radica en una ley parlamentaria que indica los pasos de la sucesión de los monarcas y toma en cuenta el género del consorte para asignar los títulos. De acuerdo con esta ley, la esposa de un hombre que es rey será considerada reina consorte. Por ejemplo, la reina madre (suegra de Felipe) llevaba este título por haberse casado con el rey Jorge VI. Mientras tanto, los hombres que se casan con mujeres que son reinas sólo pueden recibir el título de príncipe consorte.
Según los expertos, la norma funciona así porque el título de "reina" puede ser usado tanto para referirse a una monarca como para un rol ceremonial. En cambio, el de "rey" sólo puede ser aplicado en referencia a un monarca y no tiene uso ceremonial. Cuando se casó con Isabel, Felipe recibió tres títulos nobiliarios: duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich. Cuando su esposa ya era reina, diez años más tarde de la boda, usó un documento real para nombrar a Felipe como Príncipe Oficial del Reino Unido y estableció que pasase a ser conocido como "Su Alteza Real, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo".