Al menos 39 manifestantes corren el riesgo de ser ejecutados o condenados a muerte en Irán, denunció ayer la ONG Irán Human Rights (IHR).

La institución precisó que al menos 469 personas, incluidos 63 niños y 32 mujeres, perdieron la vida en manos de las fuerzas de seguridad durante las protestas iniciadas en septiembre a raíz de la muerte de una mujer bajo custodia policial.

Los manifestantes fueron asesinados en 25 provincias, la mayoría de ellos en Sistán-Baluchistán, Azerbaiyán Occidental, Kurdistán, Teherán y Mazandaran, señaló la organización. El sábado las autoridades iraníes detuvieron al abogado de dos periodistas encarceladas tras haber escrito sobre la detención y muerte bajo custodia policial de la joven kurda Mahsa Amini. La muerte de Amini, de 22 años, el 16 de septiembre tras ser detenida por llevar mal colocado su velo islámico, desató multitudinarias protestas. El viernes, al cumplirse cuatro meses de la detención de Amini, decenas de personas salieron a la calle en el sudeste del país, en la región del Kurdistán. La Justicia iraní afirma que dictó 11 sentencias de muerte en relación con las manifestaciones y ya se produjeron dos ejecuciones.