Al menos 25 personas murieron en el accidente ferroviario que se produjo ayer en las cercanías de Bruselas, aunque las autoridades belgas mantenían la cifra de 18, sin descartar que podrían haber más víctimas. El choque que ocurrió en medio de una fuerte nevada sobre vías congeladas, provocó además 162 heridos.
El accidente ocurrió 4:30, hora argentina, cuando un tren en movimiento colisionó por causas desconocidas con otro que se había detenido entre las localidades de Halle y Buizingen, dos localidades flamencas al suroeste de Bruselas.
El choque causó el vuelco de dos vagones de uno de los trenes y de un tercer vagón en el otro.
La colisión fue "brutal", según detalló el pasajero de uno de los dos trenes a la prensa local, a la que explicó que el tren en el que viajaba se encontraba en movimiento y no frenó hasta el momento del choque.
La colisión fue de tal violencia que algunos de los pasajeros salieron despedidos por las ventanas de los vagones, algunos de los cuales estaban llenos de viajeros, al ser la hora punta de entrada al trabajo.
"Ha sido horrible… el choque ha sido muy violento", explicó otra viajera, quien destacó las escenas de pánico que se produjeron entre los viajeros, caídos entre los asientos y los pasillos tras el impacto. "El primer vagón era un horror", añadió la pasajera de uno de los trenes colisionados.
La cifra de 25 muertos la apuntó Jannie Haeck, consejero delegado de SNCB Holding, la empresa responsable de las infraestructuras y el tráfico ferroviario del país, citado por medios locales.
Haeck confirmó informaciones previas divulgadas por los servicios de emergencia acerca de que habría quince muertos en uno de los trenes accidentados y diez fallecidos en el otro. Sin embargo, hasta las 11, hora argentina, sólo se habían recuperado doce cadáveres de los amasijos de hierros, según indicó el gobernador de la provincia de Brabante Flamenco, Lodewijk De Witte.
Los servicios de emergencia seguían trabajando para liberar a algunas víctimas de entre los hierros.
Varios de los heridos graves sufrieron amputaciones traumáticas. Los heridos leves fueron trasladados a pie hasta un cercano centro deportivo, desde el que fueron enviados a hospitales o a sus hogares.
El gobernador De Witte precisó que el choque podría haber sido en diagonal, y que el tren procedente de Lovaina podría haber ignorado un semáforo en rojo y que el otro, que llevaba 10 minutos de retraso, se encontraba detenido.

