Estados Unidos lanzó anoche del jueves un ataque contra el régimen sirio. Fueron 59 misiles Tomahawk alcanzaron la base aérea de Shayrat en represalia por el bombardeo con armas químicas que el martes acabó con 86 muertos, 30 de ellos niños. La decisión de abrir fuego contra las tropas de Bachar el Asad, había sido rechazada hace pocos días por el presidente Donald Trump.

 

El ministro de Defensa sirio, Fahd Yasem al Freich, calificó el ataque a una base aérea de "agresión" y aseguró que, con este acto, Washington se ha convertido en un "socio" de los terroristas.

 

Por su parte, el ejército sirio elevó a seis los muertos. "Estados Unidos ha realizado una flagrante agresión con misiles contra una de nuestras bases aéreas, matando a seis personas, causando varios heridos y daños materiales considerables", reza un comunicado militar leído por un portavoz en la televisión estatal. El comunicado no precisa si las víctimas son civiles o militares.