Dos días después del terremoto que sacudió a Turquía ocurrió un milagro que alentó a seguir con esperanzas. Ayer los rescatistas sacaron con vida a una bebé de dos semanas debajo de los escombros de un edificio derrumbado, mientras que horas después encontraron vivas a su mamá y a su abuela.
Las tres fueron encontradas bajo los escombros por un equipo de salvamento en la localidad de Ercis, la más afectada y donde unos 80 edificios han sido destruidos por el sismo de 7,2 grados en la escala de Richter del domingo, que dejó hasta ayer un saldo de al menos 459 muertos.
Un equipo de salvamento que trabajaba desde el lunes entre los edificios de la zona en torno al mediodía ayer detectó “sonidos en los aparatos. Había al menos dos personas con vida. Sacar a la bebé ha sido fácil porque era muy pequeñita, pero también sacaremos a los demás”, decía eufórico Ercan Toprak, director del equipo de rescate de la provincia de Esmirna (Oeste), tras rescatar a Azra. Así que los voluntarios, los gendarmes y los miembros de Protección Civil se pusieron manos a la obra y tres horas más tarde lograron sacar con vida también a la madre y la abuela, lo que causó lágrimas de alegría y aplausos entre los que se encontraban presentes, informó la agencia de noticias privada DHA.
A la pequeña Azra se le suministró suero y fue puesta a resguardo en una incubadora debido a que, según los doctores, ha perdido líquidos en estos dos días bajo los escombros. Pero, a pesar de las pequeñas heridas y hematomas sufridos, los doctores han informado de que el estado de salud de la niña “es bueno”. La alegría siguió horas más tardes cuando un grupo de rescatistas sacó con vida a un niño de 10 años.

