Un estudio preliminar en EEUU en casi 70.000 personas contagiadas de coronavirus mostró un riesgo de hospitalización y muerte significativamente reducido para los que contrajeron la nueva variante Ómicron, incluso después de controlar los crecientes niveles de inmunidad de la población, informó hoy la prensa internacional.
Las personas infectadas con Ómicron tuvieron la mitad de probabilidades de ser hospitalizadas, alrededor de 75% menos de necesitar cuidados intensivos y 90% menos de morir en comparación con las contagiadas con su antecesora Delta, según el estudio.
De unas 50.000 personas enfermas con la mutación originaria de Sudáfrica, ninguna llegó a necesitar oxígeno adicional. Las estadías en el hospital duraron una media de 1,5 días para Ómicron en comparación con cinco en Delta, y 90% de los pacientes portadores de la nueva cepa fue dado de alta en tres días o menos.
El análisis se realizó con datos del sistema hospitalario Kaiser Permanente del sur de California, que atendió a una población de alrededor de 4,7 millones de personas, entre el 1 de diciembre de 2021 y el 2 de enero de 2022, cuando ambas variantes circulaban ampliamente.
Los hallazgos se basan en la acumulación de investigaciones a nivel poblacional de países como Sudáfrica y Gran Bretaña, pero también en pruebas en animales y células, que detectaron que Ómicron se replica mejor en las vías respiratorias superiores en comparación con los pulmones.