Fuertes ataques y evacuaciones encaradas por Naciones Unidas se sucedían ayer, luego de que Saif al Arab, el hijo pequeño de Muamar Kadafi, muriera el sábado por la noche tras un bombardeo de la OTAN en Trípoli que también terminó con la vida de tres de nietos del líder libio, según el portavoz del Gobierno de esa nación, Musa Ibrahim.
El vicario apostólico de Trípoli confirmó sólo la muerte del joven Saif al Arab. En una conferencia de prensa en Trípoli, Ibrahim afirmó que Kadafi se encontraba en la casa bombardeada de Saif al Arab, pero resultó ileso. "La casa de Saif al Arab Kadafi ha sido atacada con plena fuerza. El líder y su mujer estaban en la casa con otros amigos y parientes", afirmó el portavoz. Ibrahim aseguró que tanto Kadafi como su esposa resultaron ilesos, pero indicó que otras personas sufrieron heridas.
Saif al Arab, de 29 años, era el sexto hijo de Kadafi y el menos conocido de todos ellos. Desde que el gobierno dio a conocer la noticia, la tensión en las calles de Trípoli escaló altísimos niveles, lo que derivó en ataques, por parte de grupos pro-Kadafi a varias embajadas, entre ellas las de Reino Unido o Italia, además de oficinas de Naciones Unidas, organismo que anunció la retirada de su personal internacional.
"Naciones Unidas se prepara para abandonar Trípoli", anunció Stephanie Bunker, vocero de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCAHNU), quien precisó que la decisión no afecta al personal local de la organización.
El responsable británico de Exteriores, William Hague, reclamó que la Convención de Viena "exige a Kadafi proteger las misiones diplomáticas en Trípoli. Al no hacerlo, el régimen incumple de nuevo con sus responsabilidades y obligaciones internacionales".
A última hora de ayer, las tropas de Kadafi lanzaban un nuevo y muy violento ataque contra la ciudad de Misrata, concentrado especialmente en la zona del puerto, según confirmó a Yalal al Galal, portavoz de la dirección de los insurgentes en Bengasi.
El portavoz oficial del Ejército rebelde del este de Libia, Ahmed Omar Bany, valoró ayer como muy positivamente las operaciones actuales de la OTAN y aseguró que esa actuación marcará a partir de ahora la diferencia en el conflicto libio, especialmente en Trípoli, la capital del país.
Bany recalcó que la estrategia de la Alianza ha cambiado en los últimos días y pronosticó que en unas dos semanas "veremos cambios muy buenos" en la situación que vive Libia. La intervención en las operaciones en Libia de los aviones no
tripulados Predator, aportados por EEUU, es "muy importante", ya que éstos pueden ser muy precisos a la hora de atacar un objetivo, destacó el coronel desertor de la aviación de Kadafi y ahora principal portavoz militar de los insurgentes.

