Bruselas.- Días después de los ataques con bomba en el aeropuerto y en una estación de metro de Bruselas que dejaron 31 muertos y cientos de heridos, un guardia de seguridad que trabajaba en una planta nuclear del país fue asesinado, aunque el fiscal local descartó el sábado cualquier vínculo con los militantes islámicos.

La oficina del fiscal de Charleroi también desmintió reportes de prensa que señalaban que el pase de seguridad del guardia había sido robado y desactivado tan pronto como los investigadores dieron la alarma, dijo la televisión pública VTM.

El diario Le Soir dijo que el hombre era un guardia del instituto nacional de elementos radiactivos en Fleurus, al sur de Bruselas. Una portavoz policial indicó que no podía hacer comentarios al tratarse de una investigación en curso.

En un país en estado de alerta máximo tras los atentados de esta semana, las noticias de los medios belgas muestran la preocupación sobre la posibilidad de que militantes islamistas quieran tomar material nuclear o estén planeando atacar una instalación nuclear.

El jueves, el diario DH publicó que los suicidas que se inmolaron el martes habían considerado originalmente atentar contra un sitio nuclear, pero una serie de arrestos de presuntos militantes islamistas los obligaron a acelerar sus planes y centrarse en la capital belga.

A fines del año pasado, los investigadores encontraron un video que seguía los movimientos de una persona vinculada con la industria nuclear del país durante una redada en un apartamento como parte de las investigaciones sobre los atentados del 13 de noviembre en París que provocaron la muerte de 130 personas.

El video, de varias horas de duración, mostraba la entrada a un domicilio del norte de Bélgica, así como la llegada y salida del director del programa de investigación nuclear de Bélgica. (Reporte de Barbara Lewis, Foo Yun Chee y Philip Blenkinsop; Traducido por Jose Elías Rodríguez; Editado por Lucila Sigal)