Unas serie de ataques sacudió ayer la capital Siria, provocando más de 70 muertos. La explosión de un coche bomba causó ayer al menos 59 muertos y más de 200 heridos en el centro de Damasco, en Siria, en uno de los atentados más sangrientos en la capital desde el inicio de la revuelta contra el régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, en marzo de 2011.

Otros dos coches bomba estallaron cerca de una comisaría en el barrio de Birsa. Según informaciones de testigos, en estos ataques murieron 13 personas, entre ellas diez soldados.

El más sangriento de los ataques fue perpetrado supuestamente por un suicida cerca de una sede del partido gubernamental Baaz en el barrio de Al Mazra y de la embajada rusa. En el lugar del estallido, donde aseguraron que es una zona muy poblada, también se encuentra una estación de autobuses y una escuela, algunos de cuyos estudiantes figuran entre las víctimas. Entre los heridos se encuentra el secretario general del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, Nayef Hawatmeh.

La destrucción en la zona es enorme, con numerosos edificios dañados y decenas de vehículos calcinados en las proximidades. Damasco ha sido la ciudad más afectada por los atentados en lo que va del conflicto, donde al menos 70.000 personas han perdido la vida.

La agencia oficial de noticias siria atribuyó la acción de ayer a grupos ‘terroristas‘ e informó de que las autoridades descubrieron en la zona otro coche cargado con explosivos y detuvieron a su conductor. También calificó de ‘ataque terrorista‘ lo sucedido el principal grupo opositor, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), que responsabilizó al régimen de la violencia que vive el país. En tanto, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores responsabilizó a grupos terroristas vinculados con Al Qaeda.

Por su parte, según informó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la mayoría de los muertos son civiles residentes en la zona o automovilistas que pasaban por el lugar, aunque también figuran al menos 9 miembros de las fuerzas de seguridad.

Damasco ha estado relativamente aislada de la revuelta y los enfrentamientos de casi dos años en Siria, pero la guerra civil ha afectado severamente a los suburbios alrededor de la capital.