Nicolás Maduro, reapareció la noche de este martes en la televisión pública, quince horas después de que comenzara el levantamiento cívico-militar liderado por el presidente interino Juan Guaidó y aseguró que contó con el apoyo de Colombia y Estados Unidos.

"Nunca antes en la historia de Venezuela había sucedido un levantamiento por el empeño obsesivo, nefasto de un grupo de oposición de la ultraderecha venezolana, la oligarquía colombiana e imperialismo estadounidense, por su posición obcecada de derrocar al Gobierno constitucional de Venezuela, de imponer un gobierno ilegítimo", afirmó.

Afirmó que la base militar La Carlota  "nunca estuvo tomada" tras el levantamiento. Maduro afirmó que los militares que respaldaron a Guaidó contaban con 8 vehículos blindados, con los cuales trancaron la autopista.

"Fuimos conociendo el rostro de los presentes. Tenían ocho vehículos de esas que llaman tanquetas. Trancaban el paso de la autopista", aseguró.

 

 

 

"Eso no puede quedar impune", agregó el líder chavista al condenar la sublevación militar, que aseguró estuvo dirigida por Juan Guaidó y el dirigente opositor Leopoldo López.

"Leopoldo López estaba dirigiendo personalmente la operación de este grupo armado que creó la escaramuza en la autopista", dijo. "Luego se vio la llegada del diputado Guaidó haciendo un llamado a que miles se movilizaran. Algo nunca visto".

Indicó también que tres fiscales fueron designados para dirigir las investigaciones y realizar las "acusaciones penales" por los "graves delitos" que se cometieron.

"Estamos curados de espanto y sorpresa. Nervios de acero, calma y cordura, debemos tener máxima sabiduría y no tener que hacer uso de la fuerza", agregó.

El mandatario venezolano dijo, acompañado de varios miembros de su régimen, que durante el alzamiento resultaron heridos cinco militares, dos de ellos coroneles, quienes se encuentran en terapia intensiva.

Maduro aseguró que "el 80 % de los militares convocados en la Plaza Altamira fueron llamados bajo engaño".

Maduro se dirigió también a la comunidad internacional, en especial a los países europeos que respaldan al presidente interino Juan Guaidó. "¿Con qué cara los gobiernos europeos van a salir a apoyar una intentona golpista?", preguntó.

Por último desmintió que tuviera intención de abandonar el poder y refugiarse en Cuba, tal y como aseguró el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, del que dijo que le faltaba "seriedad".