Los familiares de los jugadores de Chapecoense muertos en la tragedia aérea en Colombia reaccionaron con indignación contra la empresa boliviana Lamia por la catástrofe, mientras esperan el envío desde Medellín de los restos de las víctimas, 51 de las cuales serán veladas mañana en el estadio del club.

 

“Son una basura humana, el piloto seguramente sabía que iba con el combustible justo. No sé cómo el club contrató esa empresa, pero no voy a condenar al club”, dijo Osmar Machado, el padre del defensor Filipe Machado, uno de los 71 muertos.

 

Por su parte, Rosa Lia, madre de Ananias, fue internada dos veces desde que supo que su hijo no sobrevivió: “Me pregunto si fue el dinero el motivo para no poner combustible, el dolor en el corazón no hay dinero que lo borre”, dijo. La mujer vive en una comunidad en Estrada de Ribamar, en el estado de Maranhao, y era mantenida por su hijo, al que espera despedir en la ceremonia en Chapecó.  

 

El dolor mundial que causó la catástrofe que llevaba al Chapecoense, modesto equipo de la ciudad de Chapecó que por primera vez iba a jugar una final internacional en sus cortos 43 años de vida, causó indignación y bronca entre los familiares de las víctimas, cuando se van sabiendo detalles de la catástrofe. La falta de combustible, aparentemente por un error de cálculo o de previsión, dominó la agenda de los familiares, que se preparan para recibir a sus muertos, que fueron identificados en Medellín. 

 

A partir de hoy cuatro aviones de la Fuerza Aérea Brasileña saldrán de la capital de Antioquia hacia Brasil, con escala técnica en una base de Manaos, en el norte amazónico brasileño. Los futbolistas y dirigentes de Chapecoense serán velados en forma colectiva en el estadio, donde se esperan 100.000 personas.

 

En términos futbolísticos, Atlético Mineiro se negó a jugar el domingo próximo contra Chapecoense, en el marco del dolor que sintieron los futbolistas, sobre todo porque el equipo de Santa Catarina no tiene plantel, salvo juveniles, para salir a la cancha.

 

El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Marco Polo del Nero, había sugerido “seguir la fiesta del fútbol”, según la prensa local, y pidió que se jugara el partido para levantar el ánimo de los hinchas.

 

Los clubes de la primera división pidieron a la CBF formalmente en un documento anular por tres años el descenso de Chapecoense hasta que se recupere deportivamente tras la pérdida de su plantel, equipo médico y el técnico Caio Junior, también fallecido en la tragedia aérea.

 

Por último, en las redes sociales crece el clamor para que las grandes figuras ayuden al club y en especial el pedido para que Ronaldinho Gaúcho, campeón mundial 2002 y hoy sin institución, se vista de verde.