Fundado en 1850. Lehman Brothers había sobrevivido a todas las crisis y tenía activos por 680 mil millones de dólares.

 

Las cadenas de televisión de EEUU rememoraron estos días las imágenes de trabajadores de Lehman Brothers abandonando sus puestos de trabajo con cajas tras la quiebra del banco hace una década, en el inicio de una crisis global que el país recuerda ahora con la bolsa batiendo récords y salarios al alza.

Ayer se cumplieron diez años de la quiebra de Lehman Brothers, el que fuera el cuarto banco de inversiones más importante de Estados Unidos, y que la Reserva Federal y el Gobierno decidieron no rescatar.

Pocas veces como el 15 de septiembre de 2008 fue tan palpable la sensación de que el capitalismo global podía colapsar. Lehman Brothers, uno de los mayores bancos de inversión del planeta, se declaraba en quiebra ante la imposibilidad de asumir sus compromisos. Fundado en 1850, había sobrevivido a todas las crisis y tenía activos por 680 mil millones de dólares. Por eso, es considerada la mayor bancarrota en la historia de Estados Unidos.

Tras el colapso, el comercio mundial cayó un 20 por ciento.

Lehman había sellado su destino mucho antes, con su involucramiento en la burbuja de las hipotecas subprime. Cientos de miles de créditos eran concedidos a personas que no estaban en condiciones de pagarlos, lo cual creó una montaña de deudas de pésima calidad. Sin embargo, eran agrupadas en bonos y comerciadas por los grandes bancos como inversiones de bajo riesgo, con la complicidad de las agencias calificadoras, que hacían la vista gorda.

Millones de personas quedaron desempleadas. Muchos países tuvieron que pagar millonarios rescates para salvar a los mismos bancos que habían sido responsables de la hecatombe.

La crisis financiera abocó a una gran concentración bancaria y EEUU tuvo que aprobar un rescate de los activos tóxicos de su banca por un importe de 700.000 millones de dólares, y junto a un plan posterior de estímulo por 790.000 millones.

En 2009, el G-20 acordó impulsar la regulación del sistema financiero internacional para mejorar los estándares de calidad. El tsunami contrajo un 2,1% la economía mundial por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, según el Fondo Monetario Internacional.

Tras el colapso registrado en el número 725 de la Séptima Avenida de Nueva York, el comercio mundial cayó un 20%, un 80% de los países entró en recesión -las economías emergentes aguantaron el golpe- y se puso en cuestión la zona euro, donde algunos países atravesaron graves dificultades, como Grecia, Portugal o España.

Tras desplomarse hasta su punto más bajo, el mercado bursátil estadounidense inició una tendencia alcista que hace menos de un mes se consolidó como el ciclo positivo más largo de la historia moderna.

Si bien es verdad que los salarios bajaron mucho tras la caída de Lehman Brothers, el empleo se ha recuperado plenamente y el nivel salarial empieza a levantar el vuelo en Estados Unidos. Los últimos datos de agosto señalan que los salarios repuntaron a la vez que el índice de desempleo, que se mantuvo estable en el 3,9%, es una nueva muestra de la buena salud de la primera economía mundial.

La economía de EEUU está en cifras cercanas al pleno empleo -en este país eso va ligado a tener una buena cobertura médica-, en niveles no vistos desde comienzos de siglo, y se recupera la 
creación de empleo, que en el mes de julio había bajado a 157.000 nuevos puestos trabajo.

El auge en los salarios además aumentó de media 10 centavos de dólar la hora en agosto hasta situarse en los 27,16 dólares, con lo que en el último año se han incrementado en un 2,9%. Se trata del mayor dato interanual de incremento salarial en nueve años, si bien se venía de muy abajo.