La actriz Meghan Markle y el príncipe Harry se casaron en Windsor y se develó el secreto guardado bajo múltiples llaves. El diseño estuvo a cargo de Clare Waight Keller, directora artística de Givenchy.
"Un vestido sumamente adecuado y sentador que deslumbra por su sencillez. Escote bote, mangas largas y algunos detalles de encaje en el vestido y en el velo. La cola se luce pero no desentona con el vestido", dice a Entremujeres Laura Malpeli de Jordaan, asesora de imagen y directora de Styletto.
"El detalle de los hombros y el volumen en la zona inferior, por el corte del vestido, dan la figura de reloj de arena a la flamante duquesa", agrega. "Si bien se ajusta al protocolo tiene un toque sexy más fiel a su estilo, con un escote bote", opina la asesora de imagen Yamila Pica.
"La señorita Markle expresó su deseo de llevar con ella a los 53 países de la Commonwealth durante la ceremonia", anunció el Palacio.
"La señorita Waight Keller diseñó un velo representando la distinta flora de cada país de la Commonwealth unidas en una espectacular composición floral", añadió sobre esta pieza, que tiene cinco metros de largo y está hecho de tul de seda con un borde de flores bordadas a mano en hilos de seda y organza.
"Este velo de largo catedral se complementa con una tiara de diamantes con una flor central, hecha en 1932; perteneció a la Reina María y ahora es una de las joyas de la reina Elizabeth II, que prestó a la novia para la ocasión. Cuenta con un zafiro en el centro", decribe Laura a Entremujeres.
"El cabello recogido hace que se luzcan sus hombros y su rostro, al igual que la tiara, ideal para su contextura", agrega. La peinó Serge Normant y el maquillaje estuvo a cargo de Daniel Martin. El ramo de novia incluye rosas blancas, las favoritas de Diana, una forma más de recordarla durante la ceremonia.