A pocos días de las elecciones del próximo 2 de noviembre que pueden marcar la pérdida de mayoría en el Parlamento para el presidente Barack Obama, el derechista movimiento Tea Party se perfila para ocupar, por primera vez, varios asientos en el Congreso de EEUU.

El Tea Party es un movimiento político que se formó espontáneamente en EEUU en 2009 como respuesta a las medidas estatistas e intervencionistas del gobierno demócrata de Barack Obama. Su descontento es como el de los argentinos que proclamaban "Que se vayan todos", durante la crisis del 2001.

Pero este grupo de derecha norteamericano rechaza las medidas del presidente referidas a las de reforma del sistema de Salud y su figura emblemática es la ex candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin. Este movimiento debe su nombre al llamado "Motín del Té", ocurrido en el siglo XVIII, cuando los colonos arrojaron al mar los cargamentos de la corona para protestar contra los impuestos, un hecho que se considera precursor de la Guerra de Independencia. Los miembros de este movimiento condenan los impuestos actuales y el alto déficit estatal.

Con un perfil basado en el conservadurismo económico, cuenta con 139 candidatos que buscan ocupar un lugar en ambas cámaras parlamentarias el próximo 2 de noviembre. Los que más posibilidades cuentan para ser electos "son 33 que están en distritos sólidamente republicanos, tendientes a ser republicanos o que están empatados" con los demócratas, mientras que en el Senado serían "4 o 5", según afirma el analista Kate Zernike.

Según sondeos, un 71 por ciento de los republicanos respaldan el surgimiento del Tea Party, que agrupa a los dirigentes de la derecha más dura de EEUU. Y es que se trata de un movimiento político impulsado por importantes personalidades del Partido Republicano.

Las causas que llevan a que hoy el Tea Party cobre mayor protagonismo desde su creación, tras la asunción de Obama, se deben al "colapso de la economía" y a que gobierna "un presidente demócrata que está proponiendo una agenda social ambiciosa, particularmente en salud", según el analista Kate Zernike.

Asimismo, agregó, las razones radican en que en este momento "hay estructura de medios conservadores muy establecidos en radio pero también en televisión, particularmente el noticiero de Fox", que de acuerdo a su óptica son "un gran factor en la difusión del mensaje del Tea Party".

Con una población "desproporcionadamente masculina, de tez blanca y por debajo de los 45 años", el Tea Party es seguido por el 18 por ciento de los estadounidenses, aunque los que asisten a las reuniones y donan dinero para su desarrollo alcanzan sólo al 4 por ciento, según una encuesta revelada por el Times.

La "energía y el entusiasmo" que transmite a la gente, "del mismo modo que lo hizo Obama en 2008", son dos de los factores que actualmente definen al movimiento, mientras que por el otro lado aparece el "extremismo" que se ve reflejado en su conservadurismo, especialmente económico.

Hoy, con mayor cantidad de mujeres involucradas y organizadas, su figura más destacada es, sin duda, la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin. Sin embargo, Palin tiene en las encuestas una mayoría que "no cree que esté calificada para ser presidente".

En cambio, los adherentes prefieren a políticos como el ex candidato a presidente republicano Mitt Romney o el gobernador de Indiana, Mitchell Daniels, a quienes ven como "héroes de la economía".

Si bien, Zernike descartó la posibilidad de que el Tea Party logre convertirse en un tercer partido, en poco más de una semana podría lograr hacerse de la mitad de los asientos que los republicanos obtendrían en el Senado.