El papa Francisco celebró ayer una multitudinaria misa en el lugar considerado el corazón del gobierno comunista de Cuba y se reunió con Fidel Castro, pero en su homilía pidió dejar de lado las ideologías y tener cuidado con la seducción del poder.
Ante decenas de miles de cubanos en la Plaza de la Revolución de La Habana, Francisco, de 78 años, llamó a los fieles a ayudar al prójimo en un mensaje espiritual que no estuvo exento de referencias políticas. Concretamente, Francisco llamó ayer a sostener la “vocación de servicio” cristiana en su homilía en Cuba y advirtió que “nunca el servicio es ideológico, no se sirve a ideas sino a personas”.
En primera fila escucharon las palabras del pontífice autoridades de Cuba, encabezadas por Raúl Castro, y la presidenta Cristina Fernández.
“Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al ’conocimiento deseado’ o a distintos niveles de espiritualidad. El horizonte de Jesús siempre es una oferta para la vida cotidiana también aquí en ’nuestra isla‘”, dijo el primer papa latinoamericano.
Mientras se celebraba la misa, que millones de cubanos siguieron por la televisión, la Policía impidió un aparente intento de un grupo de disidentes de dar un mensaje político. A muchos opositores al Gobierno no se les permitió asistir a la ceremonia, según grupos de disidentes.
“El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su ’proximidad’ y hasta en algunos casos la ’padece’ y busca su promoción. Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas”, sostuvo en la homilía, bajo un intenso calor.
Muchos cubanos agitaban emocionados carteles que decían: “Francisco tú nos traes esperanza”, “Bendícenos Francisco”.
La multitud ondeaba banderas de Cuba y las blancas y amarillas del Vaticano.
“¿Quién es el más importante? Es una pregunta que nos acompañará toda la vida y en distintas etapas seremos desafiados a responderlas, no podemos escapar a esta pregunta. Está grabada en el corazón”, señaló el Papa. Ante ello, indicó que Jesús “siempre plantea una lógica del amor, que es una lógica para todos, lejos de todo tipo de elitismo”. “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos, quien quiera ser grande que sirva a los demás, no que se sirva de los demás”, alertó.
Después de haber jugado un papel clave en la histórica recomposición de relaciones con EEUU, los cubanos esperan que el Papa pueda empujar una mayor apertura económica, política y de respeto a los derechos humanos en un país donde por décadas ha gobernado el Partido Comunista.
“El Papa nos dará la fe y la confianza para continuar por el buen camino en las relaciones con Estados Unidos”, dijo Enrique Mesa, un trabajador de turismo de 32 años, delante de dos enormes relieves de los revolucionarios Ernesto “Che” Guevara y Camilo Cienfuegos.
Francisco agradeció durante la misa al mandatario cubano Raúl Castro, por trabajar en la reconciliación con EEUU y facilitar el diálogo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC. Antes de la misa fue a visitar al líder cubano Fidel Castro.

