Buenos Aires, 31 de julio.- Una paciente desesperada envió a su madre fotos de una erupción mortal extendida por su cuerpo mientras agonizaba en una cama del hospital.


Dow Joling, una inglesa de 25 años, envió más de 40 fotografías y mensajes de texto a su madre y su mejor amiga cuando su vida se apagaba por un virus de la meningitis.


Horas antes, la joven había sido internada por una erupción en la piel, los médicos le diagnosticaron una infección leve causada por su fibrosis quística.


Pero los médicos abandonaron a Dowling en una unidad de observación, y conforme pasaban las horas, aterrada, tomó fotos de su erupción.


El error de no diagnosticar a tiempo la dejó en shock séptico y se ahogó porque sus pulmones se llenaron de líquido.


Falleció cuatro horas después de mandar un último mensaje.