Un estudio descubrió que dos peligrosos hongos (Exophiala dermatitidis y Exophiala phaeomuriformis), parecen haber encontrado un hábitat perfecto para desarrollarse y prosperar en nuestros aparatos domésticos. Los hongos potencialmente patógenos y resistentes viven agazapados en muchos lavavajillas, lavarropas y cafeteras, según la investigación realizada por científicos de la universidad de Liubliana (capital de Eslovenia).
El estudio, publicado en Fungal Biology, la revista de la Sociedad Micológica Británica, afirma que algunos de estos hongos, llamados extremotolerantes -que incluyen a las esporas negras- son potencialmente peligrosos para la salud humana, no sólo para la gente que ya padece alguna enfermedad, sino también en las personas sanas.

La investigación, encabezada por la microbióloga eslovena Nina Gunde-Cimerman, se centró en los lavavajillas, que ofrecen un entorno húmedo y cálido y en los que los hongos demostraron una tolerancia inusual al calor, a las elevadas concentraciones de sal, a detergentes agresivos y al agua tanto ácida como alcalina que su utiliza en estos aparatos.

Los investigadores analizaron 101 hogares en ciudades en varios países europeos, Norte y Sudamérica, Sudáfrica, Israel, Asia y Australia. Según el estudio, en el 62% de los lavavajillas fueron hallados diversos hongos en la goma de las puertas o las tapas. Y en el 56% estaban presentes Exophiala dermatitidis y Exophiala phaeomuriformis.

‘Hasta ahora no se sabía que (estos hongos) vivían en los lavavajillas y además parece que han evolucionado y pueden formar nuevos genotipos en estos electrodomésticos‘, dijo a Efe Gunde-Cimerman.

Los hongos, que a simple vista aparecen como un moho negro, proliferan en combinación con distintos detergentes, sobre sellos de goma y los cajones del detergente, señaló la científica.
Y aunque sigue investigándose qué enfermedades pueden causar, se sabe que pueden infectar a las personas al ser ingeridos -permanecen sobre los platos y cubiertos lavados-, inhalados – una vía especialmente peligrosa para los que ya sufren fibrosis quística, una grave enfermedad pulmonar-, y cuando entran en contacto con una herida, por ejemplo cuando uno se corta al romperse un vaso en el lavavajillas.

De momento, la mejor prevención es sobrecalentar el lavavajillas de vez en cuando y lavar los platos a mano si uno se encuentra enfermo‘, dijo a Efe Gunde-Cimerman.

La solución es utilizar temperaturas más elevadas para el lavado y cambiar las gomas del lavavajillas, aunque son los fabricantes los que deberían remediar el problema, probablemente con un programa adicional en vacío que permitiera desinfectar el aparato a temperaturas muy altas, añadió.

También han sido aislados hongos en lavadoras, máquinas de café, el fregadero de la cocina y en cuartos de baño.

La presencia generalizada de estos hongos en electrodomésticos de uso común sugiere que estos organismos se encuentran en un proceso evolutivo extraordinario que puede suponer un riesgo significativo para la salud humana en el futuro, señala el estudio.