Brazil's new President Jair Bolsonaro gestures after receiving the presidential sash from outgoing President Michel Temer at the Planalto Palace, in Brasilia, Brazil January 1, 2019. REUTERS/Sergio Moraes TPX IMAGES OF THE DAY
 

En sus primeras horas a cargo de la presidencia de Brasil , el ultraderechista Jair Bolsonaro tomó una serie de medidas de organización del gobierno que ya generaron gran inquietud en algunos sectores de la población, especialmente entre las minorías y los grupos que velan por sus derechos.

 

1. La Fundación Nacional del Indio (Funai), que era dependencia del Ministerio de Justicia, pasó a estar vinculada al nuevo Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos. Sin embargo, la identificación, delimitación, demarcación y registro de tierras ocupadas por indígenas y las tradicionales comunidades de exesclavos negros (quilombolas) será responsabilidad del Ministerio de Agricultura, que normalmente tiene intereses contrarios a estos grupos y favorece al agronegocio.

 

2. Excluyó a la población de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) como beneficiaria de las políticas y programas destinados a la promoción de los derechos humanos que impulsa el Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos.

 

3. Estableció que la Secretaría de Gobierno tendrá entre sus competencias "supervisar, coordinar, vigilar y seguir las actividades y las acciones" de los organismos internacionales y de las organizaciones no gubernamentales que tienen presencia en Brasil. Para los analistas, es una forma de restricción y control de la actuación de la sociedad civil.

 

4. La Comisión de Amnistía, responsable por las políticas de reparación y memoria de las víctimas de la última dictadura militar brasileña, dejó de estar bajo la gerencia del Ministerio de Justicia y pasó también al Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos.

 

5. El Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf), órgano que compone el sistema de combate a ilícitos financieros y al lavado de dinero, pasó de ser administrado por el Ministerio de Economía al fusionado Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.

 

6. Como parte de la reorganización del gabinete, que pasó de 29 a 22 carteras, fueron extintos los ministerios de Trabajo; Cultura; Deportes; Ciudades; Seguridad Pública; Industria, Comercio Exterior y Servicios; y Transportes, Puertos y Aviación Civil, ahora fusionados como secretarías a otras dependencias.

 

7. El salario mínimo para este año fue aumentado de 954 para 998 reales, un valor menor a los 1006 reales que había previsto antes de salir el gobierno de Michel Temer. Según se explicó, la reducción en la cifra final se debió a que la tasa de inflación -que es utilizada para realizar el ajuste- fue menor a la esperada.

 

8. El Ministerio de Relaciones Exteriores alteró su régimen administrativo para poder incorporar en cargos de jefatura a profesionales que no necesariamente pertenezcan al cuerpo diplomático. La medida suscitó gran malestar entre los diplomáticos.

 

9. La Jefatura de Gabinete despidió a cerca de 320 empleados públicos vinculados a la cartera, que luego pasarán por un proceso de entrevista y análisis para ser recontratados solamente aquellos que no fueron indicados durante las administraciones de Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).