Por primera vez desde que llegó a la presidencia de Uruguay, Luis Lacalle Pou dio una entrevista a un medio argentino. Fue en Palabra de Leuco, donde entre otros temas habló sobre la estrategia que adoptó para afrontar la pandemia de coronavirus. "No estaba dispuesto a ir rumbo a un estado policíaco", dijo sobre su decisión de no imponer una cuarentena estricta.
También subrayó la importancia de hacer a un lado las ideologías al momento de construir las relaciones diplomáticas entre países, y tildó de "dictador" al venezolano Nicolás Maduro.
Con respecto a la metodología elegida por Uruguay para hacer frente al COVID-19, el jefe de Estado expresó: "El uruguayo tiene una vocación genética en la libertad. Es un bien muy preciado, que a veces en la lógica diaria se nos olvida. Pero, en las difíciles, el uruguayo sale adelante con ese valor y lo defiende. En eso obviamente nos inspiramos: yo no estaba dispuesto a obligar a los uruguayos a confinarse, a ir rumbo a un estado policíaco".
De esta forma, adjudicó el éxito de la cuarentena flexible a la responsabilidad ciudadana. "Pregunté: ¿alguien está dispuesto a ir conmigo a detener al que yo le compro leña porque está tratando de hacer el peso? ¿no somos capaces en Uruguay de apelar al cuidado personal y colectivo? Y el uruguayo dio una gran demostración", contó.
En ese sentido, destacó el cese de actividades generalizado por parte de la población entre marzo y abril, y puntualizó sobre la actitud de los operadores turísticos: "Es para sacarse el sombrero. Ellos mismos hicieron un aviso en la televisión pidiendo que la gente no hiciera turismo. Cuidaron un valor superior. Eso es lo que Uruguay hizo en ese mes que evitó los contagios masivos". Con esas condiciones de base, explicó que el Estado pudo contener rápidamente la aparición de brotes aislados en lugares específicos e ir reactivando progresivamente la economía.
Vínculos en la región
En otro tramo de la entrevista, Lacalle Pou también habló sobre su visión de gobierno, y defendió la necesidad de "buscar coincidencias" tanto a nivel país como entre las naciones de la región.
"Me parece que si basamos nuestras relaciones en las ideologías que cada uno puede tener, seguramente tengamos conflictos y no representemos a todo el país", sostuvo, y agregó: "Nosotros hablamos del relacionamiento bilateral con la Argentina, del Mercosur y de su relación con el mundo. Ese es el faro que va a guiar las relaciones diplomáticas con el presidente Fernández".
En ese momento, el periodista Alfredo Leuco le consultó si no había demostrado un "sesgo ideológico" el día de su asunción, al no invitar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y a las autoridades cubanas y nicaragüenses, a lo que el mandatario respondió: "Tenía un sesgo democrático, en realidad. No hay que confundir las relaciones diplomáticas entre los estados y la asunción de un presidente de la república. A mí me resultaba muy difícil hablar de democracia y de los derechos humanos teniendo al dictador Maduro enfrente. Esa fue una opción de la que yo me hago responsable personalmente".
Finalmente, aclaró: "Lo que hablaba en lo que hace a la Argentina y a otros países, es que, si cada vez que hay un cambio de gobierno que signifique un signo distinto ideológico, las relaciones tienen algún tipo de distorsión, estamos complicando a nuestros pueblos".