Al menos 21 presuntos narcotraficantes murieron en las operaciones desplegadas el lunes y ayer por la policía de Río de Janeiro contra los grupos criminales que han sembrado el pánico en esta ciudad brasileña con acciones como la quema de 29 vehículos.

La ola de violencia ha arrojado dudas sobre la capacidad de Brasil de organizar en un ambiente seguro la Copa Mundial de fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016 y ha opacado la imagen de una ciudad conocida por mucho tiempo por sus icónicas playas y estilo de vida relajado y tropical.

Estos hechos de violencia comenzaron el domingo, con ataques a comisarías y la quema de vehículos, acciones que según la máxima autoridad de seguridad de Río de Janeiro fueron ordenadas por miembros de bandas encarcelados.

Por su parte, las autoridades afirman que los ataques de los narcotraficantes son en protesta por haber sido expulsados de sus reductos por ocupaciones policiales de más de una docena de favelas en los últimos 2 años.

La violencia de bandas se ha desatado varias veces desde que Río de Janeiro se adjudicó la organización de los Juegos Olímpicos del 2016 en octubre del año pasado. Semanas después de esta noticia, antisociales armados abatieron a tiros a un helicóptero policial, lo que provocó incursiones de la policía y hechos de violencia que dejaron, en ese momento, 30 muertos.