La vacuna de una sola dosis de Johnson & Johnson otorga protección contra el COVID-19, según el análisis realizado el miércoles por los organismos reguladores de EEUU que sienta las bases para una decisión final sobre una nueva inyección más fácil de usar para ayudar a controlar la pandemia.
Los científicos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) confirmaron que, en general, la vacuna tiene una eficacia de alrededor del 66% en la prevención de la COVID-19 de moderada a grave. La agencia también dijo que la inyección de J&J -que podría ayudar a acelerar las vacunaciones al requerir sólo una dosis en lugar de dos- es segura de usar.
El viernes, los asesores independientes de la agencia debatirán si las pruebas son lo suficientemente sólidas como para recomendar la tan esperada vacuna. Armada con ese asesoramiento, se espera que la FDA tome una decisión final en los próximos días.
J&J ha probado su opción de dosis única en 44.000 personas de Estados Unidos, América Latina y Sudáfrica. Dado que en distintos países circulan diferentes versiones mutadas del virus, los investigadores analizaron los resultados geográficamente. J&J había anunciado previamente que la vacuna funcionaba mejor en Estados Unidos, con un 72% de eficacia contra el COVID-19 de moderado a grave, en comparación con el 66% en América Latina y el 57% en Sudáfrica.
Aun así, en todos los países fue muy eficaz contra los síntomas más graves, y los primeros resultados del estudio mostraron que no hubo hospitalizaciones ni muertes a partir de los 28 días posteriores a la vacunación.
Aunque las cifras de eficacia general pueden sugerir que la candidata de J&J no es tan potente como las de sus competidoras de dos dosis, todas las vacunas COVID-19 del mundo se han probado de forma diferente, lo que hace casi imposible las comparaciones. Aunque no sería sorprendente que una dosis resulte ser un poco más débil que dos, los responsables políticos decidirán si es una compensación aceptable para conseguir que más personas se vacunen más rápidamente.
J&J estaba en camino de convertirse en la primera opción de una dosis en el mundo hasta que a principios de este mes, México anunció que utilizaría una versión de una dosis de la empresa china CanSino.
La campaña de vacunación en Estados Unidos ha sido más lenta de lo esperado, obstaculizada por problemas logísticos y retrasos meteorológicos, incluso mientras el país llora más de 500.000 muertes relacionadas con el virus. Hasta ahora, unos 65 millones de estadounidenses han recibido al menos una dosis de la vacuna fabricada por Pfizer o Moderna, vacunas que requieren dos dosis con varias semanas de diferencia para una protección completa.
Si la FDA autoriza el uso de la vacuna de J&J en EEUU, no aumentará significativamente el suministro de vacunas de forma inmediata. Se espera que sólo unos pocos millones de dosis estén listas para su envío en la primera semana. Sin embargo, J&J dijo al Congreso esta semana que esperaba suministrar 20 millones de dosis para finales de marzo y 100 millones para el verano.
Los organismos reguladores europeos y la Organización Mundial de la Salud también están estudiando la vacuna de J&J. En todo el mundo, la empresa pretende producir alrededor de mil millones de dosis para finales de año.