La primera misión de la NASA diseñada para visitar un asteroide y devolver una muestra de su polvo a la Tierra llegó el lunes a su destino, Bennu, dos años después del lanzamiento desde Cabo Cañaveral, Florida.

 

La misión de USD 800 millones, conocida como OSIRIS-REx, tenía programada la cita a las 12 del mediodía, hora del este en Estados Unidos (17:00 GMT) con el asteroide, y usará su equipamiento de cinco instrumentos científicos para estudiarlo durante el próximo año y medio.

 

En 2020, la sonda se estirará con su brazo robótico y tocará el asteroide en lo que la NASA ha descrito como un "suave choque de manos", con el objetivo de recolectar aproximadamente dos onzas (60 gramos) de material de la superficie del asteroide y regresar a la Tierra para un estudio adicional.

 

Bennu es rico en carbono, y fue elegido entre unos 500.000 asteroides en el sistema solar porque orbita cerca del camino de la Tierra alrededor del Sol, tiene el tamaño correcto para el estudio científico y es uno de los asteroides más antiguos que conoce la NASA.

 

Los científicos esperan que revele más información sobre la formación temprana del sistema solar y sobre cómo encontrar recursos preciosos como los metales y el agua en los asteroides.

 

La nave espacial Hayabusa de JAXA se estrelló en la superficie de su asteroide objetivo y logró devolver unos pocos microgramos de material en 2010.

 

OSIRIS-REx es el acrónimo de Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security-Regolith Explorer.