Un ataque de una magnitud sin precedentes contra un hospital en el norte de la Franja de Gaza y que inicialmente fue atribuido a los bombardeos de Israel -que niega su autoría y le apunta a un misil fallido de los socios de Hamás, la milicia de la Yihad Islámica- dejó ayer una masacre con unos 500 muertos y un baño de sangre con imágenes sensibles de mostrar. Y de daño colateral, un polvorín de consecuencias imprevisibles. Los cuerpos de hombres, mujeres y niños bañados de sangre le imprimieron un giro dramático a la guerra de Israel contra Hamás y ahora el conflicto parece desbocado en medio de acusaciones cruzadas y amenazas de los líderes de Hamás y del propio presidente de la autoridad nacional Palestina, Mahmoud Abbas, que canceló la reunión que iba a mantener con el presidente de EEUU, Joe Biden, que hoy viaja a Israel. La misión más difícil que le tocó hasta ahora al mandatario norteamericano que ya lidia con dos guerras: la Ucrania y la de Medio Oriente.

Biden llegará a tierra hostil ya que los países árabes de la región cerraron filas con los palestinos tras el ataque de la noche del martes que arrasó el hospital en la Franja de Gaza. También la cumbre que Biden iba a mantener con palestinos y egipcios en Amán, Jordania, fue cancelada por el país anfitrión. Por eso, Biden canceló su visita a Jordania. Es decir, que se reduce a cero las chances de que con este viaje se avance con una negociación diplomática que frene el estallido. Es que, además, los países vecinos de la región culpan por "el genocidio" en el hospital Al-Ahli al-Arabi a EEUU por su apoyo explícito a Israel. Igual, en medio de tanto dolor y estupor, Biden envió sus condolencias a los fallecidos en la explosión de un hospital en Gaza, informó la Casa Blanca, mientras palestinos e israelíes intercambian acusaciones sobre quién fue el responsable. "El Presidente envió sus más profundas condolencias por las vidas inocentes perdidas en la explosión del hospital en Gaza, y deseó una pronta recuperación a los heridos", dijo un funcionario de la Casa Blanca

El ataque ha sido el más sangriento desde que Israel inició una implacable campaña de bombardeos contra Gaza en represalia por un devastador asalto de Hamás contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre. Y desencadenó una ola de protestas en Cisjordania ocupada, Estambul, Líbano y Amán.

El Ejército israelí negó ser responsable del ataque afirmando que los servicios de inteligencia militar sugieren que el hospital de la Franja de Gaza fue alcanzado por un lanzamiento fallido de cohetes por parte del grupo militante Yihad Islámica del enclave.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que los "terroristas bárbaros" de Gaza habían atacado el hospital, y no el Ejército israelí. Tal Heinrich, vocero de Netanyahu, dijo a la cadena de noticias CNN que "las FDI no atacan a los hospitales" y agregó: "Sólo apuntamos a bastiones de Hamás, depósitos de armas y objetivos terroristas". En el mismo sentido, la Yihad Islámica negó que alguno de sus cohetes estuviera implicado en la explosión del hospital, afirmando que no tenía ninguna actividad en la ciudad de Gaza o sus alrededores en ese momento. El grupo, respaldado por Irán, participó en el ataque dirigido por Hamás contra Israel el 7 de octubre y, al igual que Hamás, ha lanzado numerosas salvas de cohetes contra Israel.

Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que al menos 3.000 personas han muerto en los 11 días de intensos bombardeos israelíes desde que los militantes de Hamás irrumpieron en ciudades del sur de Israel el 7 de octubre, matando a más de 1.300 soldados y civiles.

Israel, que se prepara para una incursión terrestre sobre Gaza, ha cortado todos los suministros de electricidad, agua, alimentos, combustible y medicinas desde el ataque de Hamás, intensificando el bloqueo del enclave. Y dio un ultimátum para que abandonen el norte de la Franja.

 

Cuerpos mutilados

Algunas imágenes mostraron escenas de caos, con víctimas ensangrentadas y mutiladas a las que trasladan en camillas en la oscuridad. Había cadáveres y vehículos destrozados sobre las calles cubiertas de escombros. El reguero de sangre era una postal repetida.

 

Otro grupo repatriado

El segundo vuelo de Aerolíneas con un grupo de 262 connacionales repatriados llegó ayer al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Este segundo contingente fue recibido por un centenar de familiares entre abrazos de emoción y globos por el reencuentro.