Llanuras. El incendio se concentra en una zona del centro del país, caracterizada por aldeas pequeñas y dispersas, y enormes llanuras por las que atraviesan varias carreteras.

Una de las mayores tragedias forestales que jamás ha vivido Portugal se contemplaba ayer en Pedrógão Grande, una zona totalmente desolada y devastada por el incendio más mortífero de la historia de este país, que ha dejado, hasta el momento, 61 muertos y 62 heridos.

‘Nos ha pillado por sorpresa‘, explica un vecino oriundo de esta localidad, Albano Graça, quien había acudido a este pueblo de la región Centro de Portugal, situado en plena sierra y a unos 200
kilómetros al norte de Lisboa, para pasar el fin de semana con su hija.

Personas de las aldeas del entorno de Pedrógão Grande, algunas de ellas evacuadas, se hacen fuertes formando círculos para llorar a los seres queridos y para lamentar lo que han perdido. Los bares permanecen abiertos como únicos lugares de reunión para los vecinos, que se preguntan cómo les sobrevinieron las llamas.
Todos siguen de cerca lo ocurrido, sentados y mirando sin pestañear la televisión o escuchando la radio, ya que apenas hay señal de telefonía y, mucho menos, conexión de Internet.

Algunos aseguran que han perdido todo su ganado, algo fundamental para ellos ya que muchos de estos pueblos arrasados por las llamas viven de la labor agraria y ganadera. Además de haber perdido a algún familiar, se han quedado sin su ‘modus vivendi‘ a causa del fuego, que se ha llevado por delante casas y naves agrícolas, además de los animales y los vehículos de labor para el campo.

‘Vi cómo un vecino del pueblo tuvo que abandonar su coche junto a la carretera y, al huir, fue alcanzado por el fuego y murió veinte metros más adelante‘, lamenta Albano Graça. La desesperación cundió entre los vecinos desde que se desató el incendio en la tarde de este sábado, ya que todos los medios eran insuficientes debido a que las temperaturas de hasta 40 grados y los fuertes vientos hacían que las llamas avanzaran con mucha rapidez.

La Policía investiga la posibilidad de que las llamas fueran consecuencia de una tormenta seca, es decir, relámpagos sin lluvia en una zona afectada por la sequía y las altas temperaturas. Los policías han encontrado un árbol afectado por un rayo, algo que habría contribuido a acrecentar la dimensión del fuego.
La comarca de Pedrógão Grande se ha sumergido en un luto riguroso por las víctimas mortales, la mayoría de la zona, y se ha teñido de negro ya que sólo se puede contemplar la ennegrecida sierra de pinares y eucaliptos.

La situación es aún más desoladora a causa de la intensa boina de humo que se ha apoderado de toda la comarca, donde no cesan de caer las cenizas y se hace muy difícil permanecer mucho rato en la calle respirando el intenso humo proveniente de los incendios forestales.
Fuente: Efe