Alrededor de 1.700 millones de internautas, el 25 por ciento de la población mundial, deberían estar de fiesta en este mes de marzo, ya que se cumplen 20 años de la presentación pública de la World Wide Web (WWW), el sistema que les dió acceso a internet y le cambió la vida a gran parte del planeta.
Antes del invento del inglés Tim Berners-Lee, hecho público en marzo de 1990, internet era una herramienta creada tres décadas atrás por universidades de EEUU e impulsada por el Departamento de Defensa de ese país, al calor de la guerra fría, a la que sólo tenían acceso una comunidad reducida de expertos que manejaban complicados códigos de computación.
Pero cuando Berners-Lee logró crear un soporte que permitió enlazar la información que ya había en internet y simplificar su acceso, independientemente del sistema que se usara, abrió la puerta a la masificación y desató la revolución que hoy se está viviendo.
En sus orígenes, las computadoras eran instrumentos de cálculo y de almacenamiento de datos con complicados sistemas de interconexión que enlazaban algunos centros militares o de inteligencia de EEUU y las grandes universidades norteamericanas.
Ante ello, Berners-Lee diseñó lo que él llama un "pequeño programa" que permitió que los documentos que se encontraban en diferentes sistemas fueran accesibles para todos los usuarios en una nueva red en la que se los pudiera vincular y agregarle nuevos vínculos.
Lo que T. Berners-Lee creó fue un sistema de hipertexto global (http) que transformó internet: dejó de ser un mundo de cables y procesadores para convertirse en un espacio virtual donde cualquier usuario, sin ningún conocimiento informático, está ahora a un clic de documentos, música o videos. Pero el científico inglés no sólo no se conformó con ello sino que con ayuda de otros colegas buscó la forma para que esas páginas, vinculadas a través del hipertexto, pudieran ser visualizadas gráficamente por cualquiera que ingresara a internet.
Así nació, antes de que terminara 1990, el primer navegador, llamado inicialmente World Wide Web (en castellano, Red de Amplitud Mundial) y luego Nexus, padre de los ya legendarios Mozaic y Netscape y abuelo de los actuales Internet Explorer, Firefox, Chrome, Safari y Ophera. Junto con la WWW, fueron surgiendo otros servicios que contribuyeron a popularizar internet, como el de correo electrónico (SMPT), la transmisión de archivos (FTP y P2P), el chat (IRC) y la telefonía (VoIP).
A mediados de 1991, la web estuvo disponible para aquel que quisiera navegar por internet. El primer servidor se instaló en el Consejo Europeo de Investigación Nuclear, pero a mediados de la década del 90 los servidores se habían multiplicado y la web ya era utilizada en todos los continentes.
La creación de la red, como se la llama ahora al sistema de intercambio de información que permite la World Wide Web, transformó el mundo al punto que algunos la consideran un hito semejante a la Revolución Industrial del siglo XIX.
Los "buscadores" de información se convirtieron en empresas multimillonarias y proliferaron las compañías .com, que revolucionaron las actividades comerciales y financieras, la vida cultural y el entretenimiento, y las actividades sociales.

