En una elección sin sobresaltos la mayoría del pueblo paraguayo ratificó ayer en las urnas el rumbo económico y político de centroderecha que impera en la región al renovarle el mandato al gobernante Partido Colorado que instalará al frente de la Jefatura del Palacio de López al presidente electo Mario Abdo Benítez, en reemplazo de Horacio Cartes.
Abdo Benítez, “Marito”, como lo llaman sus partidarios y la prensa paraguaya, ganó ayer las elecciones presidenciales por casi 5 puntos de ventaja sobre su principal rival, Efraín Alegre, y confirma la tendencia de la región de mantenerse alejada de una coalición de centroizquierda.
El nuevo presidente asumirá el cargo el 15 de agosto, hasta el 15 de agosto de 2023.
Abdo, que llegó como favorito a los comicios, lograba anoche el 46,75 por ciento de los votos frente al 42,61 por ciento de Alegre, de la alianza opositora Ganar, con el 83,52 por ciento de las mesas escrutadas de acuerdo con el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
Abdo, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay con mano de hierro por 35 años hasta 1989, venció en la interna partidaria por la candidatura a la corriente del actual mandatario Horacio Cartes y promete mantener el rumbo económico.
“Voy a liderar un gran proceso de diálogo nacional”, dijo Abdo a periodistas en el jardín de su casa al iniciar la jornada electoral, poco antes de votar y visitar la tumba de su padre en un cementerio de Asunción.
Aunque no hay grandes diferencias a nivel de propuestas macroeconómicas entre los principales candidatos, Abdo, de 46 años, prometió mantener el rumbo actual, los tributos bajos y exenciones para estimular la inversión extranjera y la producción del agro del país, cuarto exportador mundial de soja.
El exsenador educado en EEUU también quiere tender lazos con China sin comprometer su vínculo diplomático con Taiwán.
“Mario Abdo Benítez me trasmite buena imagen, ganó ante un poder económico muy importante” en la interna frente al candidato de Cartes, dijo Dalton Musi, de 65 años.
El ganador de la contienda gobernará por cinco años y heredará un país con una economía que creció sostenidamente a un ritmo del 5% en los últimos años gracias a las exportaciones de materias primas y la inversión privada, pero que tiene una distribución muy desigual de la riqueza y más de un cuarto de la población en la pobreza.
“Todavía tenemos deudas sociales. Tenemos una pobreza que si bien se ha bajado (…) no hay explicación de que tengamos pobreza”, reconoció Cartes al salir del local de votación. El saliente mandatario, quien intentó sin éxito cambiar la Constitución para postularse a un segundo período consecutivo, ganó ayer una banca en el Senado.
El Partido Colorado, que gobernó Paraguay las últimas siete décadas con la excepción del período 2008-2013, perdería algunos de los escaños en el Congreso, según las encuestas.