Brasil, 3 de enero.- Fue la sensación de la ceremonia de investidura de la presidenta Dilma Rousseff y se convirtió en el tercer asunto más comentado en las redes sociales, informaron los medios del país.
Vestida con una blusa marrón que dejaba un hombro al descubierto y una falda salmón, Marcela Temer, de 27 años, acaparó las miradas en los actos de investidura celebrados ayer en Brasilia y su indumentaria ha sido calificada de propia de una "diosa romana", por el diario O Estado de Sao Paulo.
Para la ocasión, Marcela Temer, 43 años más joven que su marido, que tiene 70, decidió recoger su larga melena rubia en una trenza.
La joven, que se casó con Michel Temer en 2003, quería ser modelo y se presentó a varios concursos de belleza, aunque tras su boda se formó en derecho.
Natural del estado de Sao Paulo, hija de empresario y ama de casa, conoció a su actual esposo durante una convención del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, al que pertenece Temer.
Marcela contribuyó a la campaña de Dilma Rousseff con unas declaraciones colgadas en la web oficial de la entonces candidata en la que defendió el papel de la mujer en la sociedad brasileña y se comprometió a contribuir en mejorar la situación del país.
"Las mujeres pueden mostrar que ellas actúan muy bien como amas de casa, madres, médicas, abogadas y presidentas. El Gobierno de Lula es realmente excelente y Dilma dará continuidad y mejorará todavía más el país. Tengo la seguridad de que Michel en conjunto con Dilma van a ayudar a esa mejora. Como vice primera dama, esposa del vicepresidente de la República, quiero contribuir mucho para ayudar a nuestro país", sostuvo.