Los mensajes de los líderes mundiales sobre la importancia de unir fuerzas para coordinar medidas efectivas para enfrentar la crisis financiera global parecen estar cayendo en el olvido a medida que se acerca la cumbre del G20.

Ayer el presidente pro témpore de la Unión Europea, calificó de "camino al infierno" los planes de EEUU para superar la crisis financiera.

El primer ministro checo, Mirek Topolanek, cuyo país ejerce la presidencia temporal de la UE, afirmó ante el Parlamento Europeo que los millonarios paquetes de estímulo económico y salvatajes bancarios del presidente estadounidense, Barack Obama, "minarán la estabilidad del mercado financiero global".

Los comentarios de Topolanek constituyeron la crítica más fuerte a los planes de Obama formuladas hasta ahora por un líder del bloque europeo de 27 países, y llega luego de que Washington lanzara la primera piedra al criticar a la UE por considerar que no invertía lo suficiente para tratar de estimular la demanda.

Desde el estallido de la crisis, la mayoría de los líderes de la UE se manifestaron a favor de una mayor regulación de los mercados financieros para evitar una recurrencia de la debacle, mientras que EEUU se inclinó por grandes programas de inversión pública para relanzar la economía y el consumo.

Obama había comunicado el martes su receta económica a una audiencia nacional e internacional, a través de un escrito que salió publicado en 31 diarios de todo el mundo.

Allí advirtió que está en manos de los líderes del mundo que se reunirán en una cumbre de emergencia la semana próxima en Londres "dar una solución completa a la recesión global".

EEUU planea gastar 787.000 millones de dólares es un gigantesco plan de estímulo que incluye recortes impositivos, beneficios sociales y una mayor gasto en proyectos de obra pública y desarrollo de recursos de energía renovable.

Para alentar a los bancos a que vuelvan a prestar dinero, el gobierno de Obama tiene previsto también inyectar, con ayuda de inversionistas privados, hasta 1 billón de dólares en el sistema financiero para comprar activos tóxicos de bancos en problemas.

Topolanek dijo abiertamente que "EEUU no tomó la senda correcta".

El premier checo atacó el creciente déficit fiscal de EEUU y sus políticas proteccionistas -como el "Compre Estadounidense"-, y dijo que "todos estos pasos, estas combinaciones, son el camino al infierno".

"Necesitamos leer los libros de historia y las lecciones de la historia, y el mayor éxito de la UE fue por el rechazo a seguir este camino", dijo Topolanek.

"Los estadounidenses necesitarán liquidez para financiar todas estas medidas y equilibrarán esto con la venta de sus bonos, pero esto minará la estabilidad del mercado financiero global", agregó.