Cuando Argentina se encamina hacia una pronunciada baja de casos -8.614 contagios en la última semana, lo que representa un 55% menos de casos con respecto a la semana anterior (19.416), la OMS decidirá hoy si pone fin a tres años de la pandemia por covid-19.
Desde el inicio del flagelo, murieron en el mundo 6,74 millones de personas y los contagios ascendieron a más de 669,17 millones, según la Universidad Johns Hopkins de EEUU, especializada en enfermedades infecciosas. En este contexto, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió ayer que se están produciendo casi 40.000 muertes semanales por coronavirus en todo el mundo, más de la mitad de ellas en China, y lamentó que la respuesta mundial contra el flagelo de los países más pudientes "sigue siendo deficiente".
Tedros anunció en el discurso de apertura en la 14° reunión del Comité de Emergencia sobre la pandemia que hoy se reunirá para evaluar si la enfermedad sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional, tal como lo anunció el martes pasado.
El próximo lunes se cumplen tres años desde que Tedros elevó la covid-19 a esta categoría de alerta, basándose en el asesoramiento de estos expertos. Al entrar en el cuarto año de pandemia, reflexionó que "no cabe duda de que nos encontramos en una situación mucho mejor que hace un año, cuando la oleada de la cepa Ómicron estaba en su punto álgido y se notificaban a la OMS más de 70.000 muertes por semana". Cuando estos expertos se reunieron por última vez en octubre, el número de defunciones semanales notificadas era casi el más bajo desde que empezó la pandemia: menos de 10.000 por semana. "Sin embargo, desde principios de diciembre, el número de muertes semanales notificadas en todo el mundo ha ido en aumento. Además, el levantamiento de las restricciones en China ha provocado un incremento de las muertes en la nación más poblada del mundo", alertó el funcionario.
Tedros recordó que en las últimas ocho semanas se registraron "más de 170 mil muertes", aunque en su opinión "la cifra real es sin duda mucho mayor". El jefe de la OMS aprovechó su intervención para hacer un balance sobre estos tres años de lucha contra el flagelo: "Las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas han sido fundamentales para prevenir enfermedades graves, salvar vidas y aliviar la presión sobre los sistemas y el personal sanitarios", expuso.