Nueva York, 17 de mayo.- La jueza de Nueva York, Melissa Jackson, le negó ayer la libertad bajo fianza al director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, pese a la oferta de la defensa del depósito de U$S 1 millón. De este modo, accedió a una solicitud de la fiscalía, que había solicitado que siguiera bajo prisión preventiva por presunta agresión sexual. El funcionario del organismo financiero de la ONU compareció en la Corte Federal de Manhattan.
Jackson fundamentó su decisión en el "riesgo" de que Strauss-Kahn podría escapar del país tomando un avión. De hecho, fue detenido el sábado en el aeropuerto John Kennedy, cuando estaba a punto de partir en la primera clase de un avión de Air France rumbo a París.
El abogado defensor, Benjamin Brafman, insistió en la inocencia de su cliente, quien concurrió en los tribunales visiblemente afectado y con el rostro sombrío marcado por el cansancio. Su cabello estaba despeinado y parecía estar usando la misma ropa que el domingo. No estaba esposado. El viernes, Strauss-Kahn (de 62 años) deberá volver al edificio judicial.
"Él niega los hechos de los que se le acusa (intento de violación, acto sexual delictivo y retención ilegal o privación ilegítima de la libertad) y se declara inocente", aseveró el letrado. La acusación fue formulada por una camarera de un lujoso hotel, quien lo identificó como su agresor en una rueda de reconocimiento.
William Taylor, otro de los defensores del titular del FMI, resaltó que su cliente accedió voluntariamente a realizarse un análisis de ADN para aclarar las acusaciones en su contra, entre otras pruebas físicas en búsqueda de rasguños o lesiones en su cuerpo. Según la cadena de radio francesa RMC, Strauss Khan tendría una fuerte coartada: habría salido del hotel una hora antes de la supuesta agresión, para reunirse a comer con su hija, hecho sobre el cual tendría pruebas y testimonios. La estrategia sería vincular a la camarera con intereses financieros para acusar al político francés.
La empleada, de 32 años y cuyo nombre no trascendió, aseguró que el jefe del FMI se abalanzó desnudo sobre ella en el baño de su suite, la persiguió hasta un pasillo, la jaló hacia el dormitorio y la agredió. Fue tratada en un hospital por lesiones menores.
Carrera por la sucesión
Al frente del FMI ha quedado de forma interina el segundo al mando, John Lipsky, cuyo mandato vence en este año y tenía pensado abandonar la actividad pública. El nuevo escenario abrió un fuerte debate sobre la sucesión, tema que fue abordado en la reunión de directorio de ayer en EEUU, pese a que la canciller alemana, Angela Merkel, aclaró que no era para resolverse inmediatamente. Al término de ese encuentro, el directorio del Fondo decidió que seguirá los acontecimientos y luego tomará una decisión
Sin embargo, todo indica que hay buenos motivos para preparar un nuevo candidato. En carrera estarían la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, y el ex ministro de esa cartera en Turquía, Kemal Dervis, quien es considerado favorito. La vicepresidenta del gobierno de España y ministra de Economía, Elena Salgado, pidió que se respete el principio de presunción de inocencia y auguró que el organismo seguirá funcionando sin problemas durante su ausencia. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, aseveró ayer que Estados Unidos mantiene su confianza en el organismo. "Han designado a un director en funciones y puede seguir realizando su misión de forma efectiva", señaló, pero se negó a opinar sobre el caso porque está en instancia judicial.
En caída libre
Hasta hace pocos días, Strauss-Kahn era el líder político francés con mayores posibilidades de convertirse en presidente en mayo de 2012, con un nivel de respaldo superior al deNicolás Sarkosy. Mientras los socialistas de su partido lo defendieron ("estoy convencida de que se trata de una conspiración internacional, una nueva forma de atentado político", aseguró Michèle Sabban), un representante de la gobernante Unión por un Movimiento Popular calificó a su caso como "una humillación para Francia".
El titular del FMI no estaba en Nueva York en viaje oficial ni goza de inmunidad diplomática. La condena podría alcanzar los 20 años de prisión.