La Iglesia católica chilena entregó ayer al presidente Sebastián Piñera una propuesta de indultos con motivo del Bicentenario, que incluye a ex militares condenados por delitos de lesa humanidad.
En el escrito, presentado por Alejandro Goic, obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal, y por el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, la Iglesia considera que "no sería completa la "mesa para todos" si no considerásemos en esta petición a quienes cumplen penas por delitos cometidos durante el régimen militar".
Los beneficios, según el texto, alcanzarían a condenados por sentencia definitiva, a los cuales se les reduciría la pena para los que hayan tenido buena conducta y no constituyan un peligro para la sociedad. Además, al excluir casos como los de aquellos responsables de delitos de sangre, el documento plantea una reducción adicional a quienes tengan más de 70 años, a las mujeres que tengan hijos menores de 18 años y a quienes padezcan alguna enfermedad invalidante, grave o irrecuperable.
Sobre los violadores de los derechos humanos, los obispos dicen que es un tema que se debe "poner sobre la mesa de todos y conversarlo con la seriedad que corresponde, especialmente en el Parlamento".
La medida, largamente debatida tras la muerte de un represor en la cárcel este año, beneficiaría en principio a militares con una sola condena, como es el caso del oficial José Zara, involucrado en el asesinato en Buenos Aires del general Carlos Prats. En una audiencia, las hijas del Prats dijeron a Piñera, que "en los casos de crímenes de lesa humanidad el país no soportaría un indulto". También, mantendría en prisión a hombres como el general en retiro Manuel Contreras, ex jefe de la policía secreta, condenado en más de un centenar de casos. Sin embargo, cualquiera sea la resolución, los derechos humanos volverán a ser el centro político de Chile, donde 3.000 personas fueron asesinadas y otras 50.000 torturadas entre 1973 y 1990, según informes oficiales.
Explicando las causas que llevan a pedir este indulto, la iglesia responde que "no todos ellos tuvieron igual responsabilidad y a nuestro parecer no cabe un indulto generalizado ni un rechazo general del indulto para todo ex uniformado condenado".
"La reflexión debe incluir, por ejemplo, el grado de responsabilidad que le cabe a cada uno, el grado de libertad con que actuó, los gestos de humanidad que tuvo y al arrepentimiento que ha manifestado por sus delitos", añade.
Durante la reunión, grupos de izquierda y familiares de las víctimas de las dictadura se manifestaron frente a La Moneda en contra del otorgamiento de beneficios a los condenados por crímenes de lesa humanidad. Con respecto a esto, los obispos dicen respetar las opiniones contrarias y que "nos conmueve el solo hecho de pensar que Jesús clavado en la cruz de la injusticia, antes de morir pide al Padre que perdone a quienes le han crucificado. Esa es la lógica ya que el castigo nunca puede reparar totalmente el mal causado".
Por otra parte y en relación a la respuesta, Piñera adelantó que estudiará la propuesta de forma exhaustiva y opinó que no debería haber diferencias entre civiles o uniformados.

