Buenos Aires, 12 de marzo.- La Casa Blanca descartó que haya sido un atentado la explosión de un edificio ubicado en el barrio de Harlem, en Manhattan, que se derrumbó y provocó el mismo efecto en otro lindero, abonando la teoría cada vez más certera de que la catástrofe se debería a un escape de gas en un salón de belleza ubicado en su planta baja.
Fuentes oficiales del Cuerpo de Bomberos informaron que son once las personas heridas que debieron atender. El edificio donde tuvo lugar la explosión tenía seis pisos, estaba ubicado en 116 y Park Avenue y aún hay gente atrapada, según confirmaron fuentes oficiales a las cadenas NBC y CNN.
Una fuerte explosión hizo que se derrumbaran dos pequeños edificios y causó heridas leves al menos a once personas.
Al lugar se trasladaron numerosas dotaciones de vehículos y servicios de rescate y las autoridades suspendieron el servicio de trenes de cercanías (Metro North), ya que las vías están justo enfrente y podría haber escombros.
La explosión tuvo lugar a las 09.30 hora local en una calle del barrio latino de Harlem y en las imágenes de televisión se ve claramente un hueco entre dos edificios.
Las imágenes muestran cómo los bomberos arrojan agua desde las escaleras de sus camiones sobre la montaña de escombros, de los que salen columnas de humo y vapor.
En las plantas bajas de los dos edificios derrumbados había una iglesia hispana y una tienda de pianos, y encima había cuatro plantas de apartamentos, aunque por ahora se ignora si estaban ocupados o si las viejas construcciones estaban abandonadas.
El departamento de bomberos ha desplazado a 39 unidades con 168 personas, mientras que la policía ha enviado a un grupo especial de desactivación de explosivos como medida de precaución, según indicaron medios locales.
Un vecino de la zona señaló por teléfono al canal local NY1 que no había olor a gas en el momento de la explosión, aunque otros testigos han asegurado al periódico Daily News que "desde hace semanas" olía a gas.
