Kim Jong-un. Suspendió los ensayos nucleares con el argumento de que no las necesita porque ya completó el proceso de obtener ese tipo de armas.

 

En un inesperado giro que allana la tensión mundial, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, anunció ayer que su país suspenderá sus pruebas nucleares y de misiles, así como el cierre del centro de ensayos nucleares que posee en el noreste de su territorio, informó la agencia norcoreana KCNA.

“Como ya se ha comprobado la efectividad de nuestras armas, no necesitamos llevar a cabo más lanzamientos balísticos intercontinentales”, declaró el mandatario norcoreano. Por su parte, el presidente de EEUU, Donald Trump, calificó la decisión como “una buena noticia para el mundo”: ¡un gran progreso! Estamos deseando celebrar nuestra cumbre”, afirmó el mandatario norteamericano en su cuenta de la red social Twitter.

“Desde el 21 de abril, Corea del Norte detendrá las pruebas nucleares y lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales”, anunció el líder durante el pleno del Comité Central del Partido de los Trabajadores celebrado en Pyongyang este viernes, de cara las próximas cumbres con Seúl y Washington.

El régimen procederá, además, al cierre del complejo de ensayos nucleares que tiene en la región noreste del país “para garantizar la transparencia de la suspensión de los test”, según recogió KCNA.

Corea del Norte ha realizado sus seis ensayos nucleares en las citadas instalaciones, la base de Punggye-ri, el más reciente en septiembre de 2017.

El año pasado Kim había proclamado haber completado su programa nuclear “de una manera favorable”.

La decisión se produjo una semana antes de la cumbre programada entre Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, que tendrá lugar el día 27 de abril en la militarizada frontera y marcará la primera reunión entre mandatarios coreanos en once años. Kim tiene previsto, además, celebrar entre finales de mayo y principio de junio otra cumbre con Donald Trump.

En los últimos años, Kim envió al mundo un mensaje en defensa del desarrollo nuclear de su país y lo defendió como necesario para hacer frente a la política hostil de Washington en un momento en que él y Trump intercambiaban una serie de amenazas incendiarias.

La situación actual difiere mucho a la de entonces, con un clima de notable acercamiento y con reuniones de alto nivel para intentar hacer realidad la que sería la primera cumbre en la historia entre ambos Estados.