Estados Unidos, 10 de mayo.- Brooke Greenberg vive en Estados Unidos, tiene 17 años, pero vive encerrada en el cuerpo de un bebé.
Pesa sólo 7 kilos, mide 75 centímetros y la edad de sus huesos, según se estima, es de 10 años. Todavía conserva 16 dientes de leche, no puede expresarse a través del habla, pero muestra sus emociones y tiene la capacidad de reconocer a las personas.
Entre otras cosas, la joven ha tenido que padecer infartos cerebrales, espasmos, úlceras y dificultades respiratorias.
Hasta hace poco había sido considerada como una rareza médica, pero un estudio preliminar de su ADN ha sugerido que su falta de crecimiento podría estar relacionada con defectos en los genes.
Su madre cuenta que lejos está la idea de pensar que su hija es un peso para la familia. "Se ríe nerviosamente, me reconoce a mí y a su padre. Adora que sus hermanas la tengan en brazos. Todas las madres tienen el deseo de retener a sus bebés por siempre, de que no crezca. Y eso es lo que tengo", manifestó
Por su parte, el padre confiesa que "lo triste es que cuando ella cumple años uno quisiera verla crecer". Brooke tiene que ser alimentada a través de un tubo, pero su salud se ha estabilizado. No se espera que crezca y nadie puede garantizar cuánto tiempo sobrevivirá.
Fuente: Los Andes
