El coronavirus (orthocoronavirinae) ya estaba presente en el norte de Italia desde 2019, dos meses antes que se anunciara oficialmente el primer paciente positivo de covid-19.
Según los resultados de dos laboratorios independientes con dos métodos distintos, se determinó la presencia de ARN, al ácido ribonucleico o información genética del Sars-Cov-2 en las muestras recogidas en las ciudades de Milán y Turín entre octubre de 2019 y febrero de 2020.
Por lo que manifestaron expertos, también se encontraron trazas idénticas en aguas residuales de Boloni, el 29 de enero de 2020.
El primer infectado dado a conocer con este virus fue el 20 de febrero en la localidad de Codogno, que se encuentra a unos pocos kilómetors de Milán.
El Instituto de Salud Superior (ISS) detalló que una vez realizado el análisis a cada una de las muestras se pudo determinar hay rastros de las muestras a partir de diciembre, pero no así en octubre y noviembre pasados.
"Esta investigación puede ayudar a entender el inicio de la circulación del covid-19 en Italia y suministra información coherente al respecto, con análisis que se llevaron a cabo en Francia, en muestras a pacientes hospitalizados que dieron positivo a finales del año pasado", afirma el centro médico.
"Estas conclusiones corresponden a las estimaciones de científicos chinos que barajan que el virus apareció a mediados de diciembre en un mercado de Wuhan que vendía animales salvajes, aunque Beijing ha dado a entender que el virus habría podido llegar a China procedente del extranjero. Algunos estudios evocan sin embargo la posibilidad de que el virus hubiera estado presente en China antes de diciembre", explican.
Los hallazgos en España
El isis hace referencia a un estudio español que indetificó rastros de coronvirus en aguas de Barcelona a mediados de enero, unos cuarenta días antes de la identificación del primer caso autóctono.
"El hecho de haber encontrado trazas del virus «no implica automáticamente que las primeras cadenas de transmisión (…) hayan empezado con estos primeros casos", resaltó Lucentini, al estimar que "una red de vigilancia en el territorio puede resultar muy útil para controlar la epidemia".