Irán ejecutó hoy al opositor Ruhollah Zam, que había vivido exiliado en Francia, tras la confirmación de su condena a muerte por su papel en las protestas contra el Gobierno en 2017 y 2018.
"El contrarrevolucionario" Zam fue colgado esta mañana luego de que la Corte Suprema ratificara el martes pasado su condena debido a la "severidad de los crímenes" perpetrados contra la República Islámica, precisó la televisión iraní, según la agencia de noticias AFP.
Por su parte, la organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), que calificó a Zam de "periodista y disidente", consideró que la confirmación de la condena evidenciaba que la República Islámica recurre cada vez más "a la pena de muerte como arma de represión", lo que tildó de "espantoso".
AI instó a la Unión Europea (UE) a intervenir rápidamente ante el guía supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei, para que anule "ese cruel veredicto".
También la organización de defensa de la prensa Reporteros sin Fronteras (RSF), que había acusado a Irán de haber secuestrado a Zam cuando este se encontraba en Irak para juzgarle en el país, manifestó hoy su "indignación" por la ejecución de la sentencia.
Zam había vivido en el exilio en Francia durante varios años antes de ser detenido por los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, en circunstancias por determinar.
Su detención se había anunciado en octubre de 2019, pero Irán no especificó el lugar ni la fecha de los hechos, acusando al opositor de unos 40 años de estar "dirigido por la inteligencia francesa y apoyado" por los servicios secretos de Estados Unidos e Israel.
Con al menos 251 ejecuciones en 2019, Irán es, después de China, el país que más recurre a la pena capital, según el último informe mundial sobre la pena de muerte de Amnistía Internacional.