De terror. Las imágenes de los cadáveres en pleno centro de Toronto horrorizaron a todo el mundo. Anoche no descartaban un atentado terrorista, pero tampoco lo confirmaban.

 

Un conductor a bordo de una furgoneta mató ayer al menos a diez personas, según autoridades, e hirió a otras 16 al atropellar a varios peatones en el centro de la ciudad canadiense de Toronto, antes de ser detenido por la policía. Al referirse al incidente, el subjefe de policía de Toronto, Peter Yuen, dijo que el vehículo fue encontrado y su conductor arrestado, pero agregó que aún se investigaban las causas, así que no podían asegurar que fuera un atentado.

 

El hecho ocurrió hacia las 13.30 locales, cuando una furgoneta blanca al parecer se subió a una vereda cerca de una esquina y condujo una cuadra a unos 60 o 70 kilómetros por hora, atropellando todo a su paso. La policía dijo que cerró la intersección de la calle Yonge Street con la avenida Finch para investigar el suceso, al tiempo que urgió a la gente a evitar el área. Además, el servicio de subte en la zona fue suspendido. Imágenes de CBC mostraron a varias personas que eran atendidas en la calle cerca de una estación de subte.

 

El primer ministro Justin Trudeau expresó sus condolencias y dijo que estaba recibiendo información del incidente. ‘Nuestros corazones están con todos los afectados‘, dijo Trudeau ante la Cámara de los Comunes del Parlamento canadiense.

 

Un testigo, Jamie Eopni, dijo que estaba dentro de una cafetería cuando vio a la furgoneta avanzando por Yonge Street. ‘Se estaba chocando todo. Destruyó un banco. Si hubiese habido alguien habría sido atropellado en la vereda‘, contó Eopni. El hecho coincide con la celebración en Toronto de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G7, que están tratando, entre otros temas, medidas antiterroristas y contra el extremismo yihadista.