El gobierno y el Banco de España intervinieron la caja de ahorros Caja Castilla-La Mancha (CCM), debido a sus fuertes problemas financieros. La CCM contaba con créditos concedidos por 19.536 millones de euros al cierre del ejercicio 2008, y con depósitos de clientes por valor de 17.265 millones. La entidad tuvo un beneficio 87,1% menor que el año anterior.