El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró ayer, al cumplirse los primeros 100 días en el cargo, que está "contento con los progresos" que se han logrado, "pero no satisfecho".

Obama quiso conmemorar ayer esta fecha señalada con un acto en San Luis, Misuri, y una sesión de preguntas y respuestas con los votantes, que se ha convertido en uno de sus formatos favoritos para explicar su mensaje al público estadounidense.

En su reunión con los votantes, Obama habló del trabajo que ha hecho su Gobierno en los últimos tres meses, desde que tomó el poder, y que ha estado centrado especialmente en la lucha contra la crisis económica.

"Me siento confiado con respecto al futuro, pero no estoy contento con el presente", dijo el presidente, el mismo día en que se supo que el Producto Bruto Interno (PBI) del país se contrajo un 6,1 en el primer trimestre del año, muy por encima de lo esperado.

Más tarde, durante una rueda de prensa televisada desde la Casa Blanca, Obama, afirmó que se han "sentado unas nuevas bases" para la "política exterior".

El mandatario señaló que Estados Unidos "ha comenzado a poner fin a la guerra en Irak" y ha marcado una nueva estrategia en Afganistán y Pakistán. También citó como logros la decisión de cerrar la cárcel en Guantánamo y de prohibir la tortura sin excepciones.