Al menos 10 personas murieron y tres resultaron heridas, una de ellas de gravedad, en un incendio desatado en la mañana de ayer en la pensión de jugadores del club de fútbol brasileño Flamengo, al oeste de la ciudad de Río de Janeiro, donde dormían adolescentes de las divisiones inferiores, informaron fuentes oficiales.
El incendio que conmocionó al mundo del deporte se desató a las 5 hora local (7 hora argentina) en el denominado "Ninho do Urubu", donde se entrenan el conjunto carioca y las categorías inferiores, informaron desde el Cuartel de Bomberos que acudió al lugar.
Si bien aún no se conocen las causas del siniestro que afectó gravemente el alojamiento donde dormían jugadores de entre 14 y 17 años, después de varias horas de trabajo, los pericias fortalecieron la hipótesis de un cortocircuito en un aparato de aire acondicionado, según la agencia española de noticias Efe.
En tanto, la Alcaldía de Río de Janeiro "anunció la apertura de una investigación pues el local calcinado carecía de licencia para albergar dormitorios y en él solo estaba previsto la construcción de un estacionamiento".
"La licencia tiene validez hasta el 8 de marzo, pero el alojamiento que fue alcanzado por el incendio no consta como área edificada en el proyecto aprobado el de 5 de abril del año pasado", según el informe de la Alcaldía consignado por la Agencia Nacional de Brasil.
Además, el Ministerio Público del Trabajo anunció que un grupo de fiscales investiga las causas y consecuencias del incendio.
Entre los 10 fallecidos identificados figura Christian Esmerio, de 15 años, quien era considerado uno de los jóvenes más promisorios del equipo carioca.
Los adolescentes que murieron en el incendio provenían en su mayoría de otros estados de Brasil y residían en el centro de entrenamiento del Flamengo, club que se destaca por ser una potencia mundial en formar jóvenes talentos del fútbol.
De los tres heridos, dos se encuentran estables y uno está en "estado gravísimo" con quemaduras de tercer grado en cerca del 35 por ciento de su cuerpo.
Cauan Emanuel Gomes, de 14, y Francisco Diogo Bento, de 15 están fuera de peligro y Jonathan Cruz, de 15 años, está en "estado gravísimo" y será transferido para otra unidad, precisó la Secretaría Municipal de Salud de Río de Janeiro.
"Estamos todos consternados. Ciertamente es la mayor tragedia por la que el club ya pasó en 123 años", afirmó a los periodistas el presidente del conjunto carioca, Rodolfo Landim.
"El incendio ocurrió en mi cuarto, solo tengo que agradecer a Dios por conseguir despertarme y escapar de la muerte. Dios reconforte a mis hermanos", escribió en redes sociales el joven jugador Felipe Cardoso.
Otro superviviente, Samuel Barbosa, señaló que la mayoría de los chicos no pudo escapar porque el incendio era de grandes proporciones y se propagó "muy rápido" por los cuartos.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aseguró ayer a través de un comunicado sentirse "consternado" por lo ocurrido.